Las críticas, no fueron excesivamente generosas. Tampoco lo fue la recaudación.
Final Fantasy volverá a ser sólo un videojuego, se quedará en el terreno donde es permanentemente alabado y hará cierta aquella frase: 'zapatero, a tus zapatos'.
Una recaudación que ronda los 30 millones de dólares, entre 50-60 por debajo de las previsiones iniciales y arrojando con ello una deuda cuantiosa, ha sido motivo de peso para que Square haya dejado a un lado la idea de dedicarse nuevamente a la gran pantalla y, lo que parecía más próximo, darle una secuela a "la fuerza interior".
De la gran cantidad de tiempo y recursos empleados para la primera producción, consolaba a la compañía la idea precisamente de tener el motor gráfico preparado para su inevitable (como se creía) continuación. Ahora, todo su material quedará reservado para la utilización que se quiera dar por parte de terceras productoras de cine, que encontraran un gran abanico de posibilidades gracias a la experiencia de la compañía nipona.
Esperemos que con los videojuegos sigan triunfando.