No es la primera vez que SquareEnix presenta un juego de lucha con los personajes de Final Fantasy, su creación más popular y rentable. Hace años, en PlayStation, Ehrgeim ya contaba entre su reparto con los personajes protagonistas de FF VII. Pero todo lo que ha sido una vez, volverá a ser. La pasión de los aficionados del RPG por excelencia han sido el motivo de este nuevo lanzamiento, centrado en combates 1vs1 y basado en el multiverso FF, con protagonistas y antagonistas de los diez primeros juegos de la cronología, que celebra así su 20º aniversario.
La historia de Dissidia nos pone en acción desde el primer momento. El planteamiento es un vídeo: de ahí nos vamos directamente al nudo y a los guantazos. Cosmos (diosa de la Armonía) y Chaos (dios de la Discordia) llevan enfrentados por los siglos de los siglos en una contienda que no parece tener final. El poder de ambos podría llegar a destruir el universo, de manera que ambos deciden escoger a diez campeones que se enfrenten entre sí. El bien y el mal, encarnados en los héroes y villanos de Final Fantasy. No falla ninguno en el Top Ten: por el lado de los buenos, y en orden de aparición, el Guerrero de Luz, Firion, el Caballero Cebolla, Cecil, Bartz, Terra, Cloud, Squall, Zidane y Tidus. Por el lado de los malísimos, Garland, el Emperador, Nube de Oscuridad, Golbez, Exdeath, Kefka, Sephiroth, Ultimecia, Kuja y Jecht. Todos con rediseños de Tetsuya Nomura y Yoshitaka Amano para que no desentonen con el estilo vertiginoso de Dissidia.
No hay ítems, pero es que no hacen falta
La clave del éxito es la sencillez: con los pocos botones de PSP se logra la maravilla jugable, que permite persecuciones, magias, invocaciones, lanzar al rival por los aires, deslizarse por las barandillas, correr por las paredes, recuperarse en el aire para volver a la lucha y cargar finishers. Se puede hacer prácticamente de todo, salvo utilizar objetos (más allá de la equipación previa: arma, casco, armadura y accesorios). No hay Pociones ni Colas de Fénix. Pero, ¿para qué? Dissidia no ofrece las peleas por turnos de toda la vida, sino acción-ACCIÓN-¡ACCIÓN!
Si Crisis Core hubiera contado con unas batallas de este calibre, se hubiera convertido en el juego del año. En Dissidia, el ritmo de los combates es más cercano a los de Kingdom Hearts 2, con acciones especiales que dependen del entorno que nos rodea. La diferencia radical es la forma de infligir daños. Hay dos puntuaciones a tener en cuenta durante la refriega: nuestros puntos de vida (como no) y los puntos de Valentía. Nuestros ataques comunes quitaran al rival tantos puntos de vida como nuestra puntuación en Valentía. Más interesante todavía es que podemos arrebatar puntos de Valentía al adversario y hacerlos nuestros con los Bravery Attacks. Y el éxtasis se alcanza cuando dejamos a 0 la Valentía del contrincante, ya que nuestra propia puntuación recibe un acelerón extra. De manera que los combates se convierten en rifirrafes de equilibrio de poder, ahora tú, ahora yo, hasta que uno acumula suficientes golpes o recibe uno lo bastante poderoso como para tenga que retirarse al banquillo a descansar.
Aunque no todo se reduce al toma y daca sin más. Las posibilidades de este UMD son abismales. Los diez personajes del bando heroico cuentan con su propia historia que desarrollar, sin contar los episodios finales. Podemos escoger cual es nuestro día de la semana preferido para jugar, o si queremos un estilo más light o retos a nuestro altura. Hay centenares de imágenes, vídeos y voces desbloqueables, sin contar a los villanos, que podremos controlar conforme vayamos derrotando.
Dissidia es el regalito de SquareSoft a sus fans, lo que siempre han querido compilado en un solo juego. Y el aspecto técnico está a la altura , dejando a PSP con un listón muy difícil de batir. La “acción dramática progresiva” del título, como la define la compañía, se desarrolla en más de doce niveles 3D afines al espíritu FF, con escenarios rompibles y una gran variedad de elementos con los que interactuar. El paso de tiempo real a cámara lenta y una cámara que podemos controlar a voluntad logran un aspecto cinematográfico como pocos juegos pueden contar.
Finalmente, son los detalles los que hacen de Dissidia una joya. Los mensajes diarios que nos llegan desde la Mogured, los guiños constantes a la saga (chocobos, moguris, cristales, pociones), más de cincuenta invocaciones, biografías de personajes, modos arcade y online, y hasta la inclusión de un minijuego con monedas. No hay duda: Dissidia ha sido la mejor celebración de cumpleaños que hayamos visto. ¡Salud!