Ninja Gaiden Sigma2 es el remake de Ninja Gaiden 2, aparecido hace poco más de un año para Xbox360. Desde ese día han pasado muchas cosas, entre las cuales destaca el abandono de parte del equipo de desarrollo original (Team Ninja) con el jefe del estudio entre ellos, el maestro Tomonobu Itagaki, cuyo trabajo al frente del equipo ha consiguió reinventar la serie y llevarla hasta lo que es hoy en día. Tras una salida indecorosa de Itagaki (según su versión por no recibir los pagos acordados por parte de Tecmo) Yosuke Hayashi quedó al frente del equipo encargado del desarrollo de Ninja Gaiden Sigma2 para Playstation 3.
Sigma2 nos mantendrá en tensión durante 17 niveles, los cuales lejos de resultar previsibles nos permitirán disfrutar de muy diversos ambientes y localizaciones: Venecia, Rusia, Tokio, el interior de un gigantesco zepelín, así como otros menos mundanos como el abismo, el templo del sacrificio o sangre envenenada, destacando por encima de los basados en entornos más reales. Sigma2 trae tres niveles más que el Ninja Gaiden 2 original de 360, diseñados para lucimiento de las 3 chicas invitadas al festival de lucha, Ayane, Momiji y Rachel.
Dichos niveles nos sirven para romper un poco la monotonía y resultan bastante divertidos, sobre todo por disfrutar con la velocidad letal de Ayane, lástima que su duración sea escasa para lo que podían haber dado de si estos personajes, que por otro lado, solo podrán utilizar un tipo de arma. Las armas, sobre todo las que utiliza Ryu, son parte de un arsenal brutal que cambiará ostensiblemente la forma en que habrá que luchar dependiendo de la escogida (incluyendo devastadores ataques mágicos llamados ninpos: de inferno, cuchillas giratorias, vacío y llamas). Las armas habituales como la espada o la guadaña dan pie a un combate más estándar, pero las tonfas, las garras o la kusari gama exigen de nosotros una gran precisión y conocimiento de sus posibilidades, resultando en todos los casos un sistema de combate sobresaliente.
En una extraña decisión de diseño se han eliminado las pruebas de valor presentes en la edición para Xbox360. Se trataba de desafíos repartidos por los niveles con cada vez mayor dificultad donde acabar con oleadas de agresivos enemigos. Es cierto que tras terminar el juego se desbloquea un modo desafío donde se pone a prueba al jugador compitiendo por conseguir la mayor puntuación posible (tanto por efectividad como por tiempo) pero quitar esos niveles extras (por otro lado totalmente opcionales) realmente no tiene mucha lógica cuando se está tratando de hacer una versión más completa.
La estrella del nuevo contenido sin duda es el modo on-line, una versión cooperativa para dos jugadores por primera vez en la saga, donde poder luchar a través de 30 niveles exclusivos. Quizá el principal problema ha sido el meter esta modalidad en un planteamiento claramente enfocado para una persona, por lo que a veces el desarrollo se vuelve confuso con tantos enemigos, destellos y movimiento en pantalla, quedando un poco desaprovechado. También hemos notado bastante lag en las partidas, si bien este detalle no creemos que tarde en solucionarse mediante un parche ya que la experiencia de un juego como Ninja Gaiden depende de una respuesta inmediata de los controles.
Técnicamente se aprecia una ligera mejoría gráfica, palpable sobre todo en las texturas o el modelado de algunos personajes. La resolución ahora también es superior y en general se nota un aspecto un poco más pulido, corrigiendo casi por completo algunas ralentizaciones que sufría el original de forma muy ocasional. Para conseguirlo se ha sacrificado el festival de gore que se formaba en la versión para 360, con todos los restos de los enemigos repartidos por el escenario. Aparte de conseguir mayor resolución o frames restando elementos en pantalla, este recorte forma parte de una auto-censura “para llegar a más público” que borra gran parte del atractivo de Ninja Gaiden 2, eliminando el espectáculo gore y los efectos que las armas tenían sobre nuestros enemigos, dejando la pantalla habitualmente repleta de sangre y restos de la batalla, substituido por un decepcionante humillo purpura.
Otro detalle que no le hace un favor es la reducción de la dificultad, sobre todo en los dos primeros niveles inicialmente disponibles. Más puntos de guardado, menos enemigos (incluido algún jefe) y una reducción del daño recibido. El reto sigue ahí, pero los más veteranos notarán enseguida como se ha bajado el nivel de exigencia, siendo innecesario ya que su dificultad en acólito ya era bastante accesible en el original además de ir en contra del espíritu de la saga.