El control 360º es sólo la punta del iceberg dentro de una jugabilidad depurada y bastante más mejorada de lo esperado. Las interminables opciones tácticas y el sistema de sliders potencian también, si cabe, la profundidad y posibilidades de juego, acompañadas de un apartado técnico excelente. Para los que la falta de licencias sea secundario, tienen en esta versión del Pro el regreso por la puerta grande de todo un clásico.
El juego colectivo será como siempre el arma principal para romper las defensas rivales, más inteligentes que otros años aunque carentes de iniciativa propia en algunos momentos. De esta manera, hacer gol será un reto en cada partido y habrá que mover bien el balón de un lado a otro del campo hasta encontrar un hueco para aprovecharlo y crear peligro. Aunque siempre queda la opción del tiro. Los disparos también se han depurado mucho para esta nueva entrega y su ejecución resulta espectacular en muchos casos, especialmente fuera del área. Qué portero no temblaría viendo a Gerrard disparar desde la frontal del área.
Las formas de remate se han ampliado tanto como el abanico de animaciones y no será raro ver a nuestro delantero rematar de tacón si es necesario, así como a nuestro defensa despejar con la espuela si el balón se le ha quedado atrás. Lo que no resulta tan sencillo para traspasar los muros defensivos de los equipos es el recurso del regate. Y eso que se ha incluido alguno más respecto a la anterior edición. Pero lo que de verdad se echa en falta son los amagos y la mayor calidad en la realización de las fintas para engañar al rival.
Para aportar más realismo incluso, Konami ha estipulado una nota media para cada jugador que aumenta o desciende de forma considerable dependiendo en la posición que le coloquemos. Así, aunque tengamos un elenco de estrellas inigualable en nuestro equipo, si colocamos a Kaká de lateral derecho, tendrá siempre un rendimiento más bajo que cualquier carrilero nato, ya sea del Sunderland o del Atalanta. Un hecho que obliga a pensar y trabajarse las alineaciones para hacerlas lo más compensadas posibles.
Grilletes tácticos
Dedicarle un mínimo de tiempo a confeccionar nuestra alineación y pensarnos mucho la táctica será la primera y más importante piedra que edificará nuestra victoria sobre el terreno de juego. El número de variantes sobre la pizarra es casi espectacular, destacando por encima de todo el revolucionario sistema de ‘sliders’. Éste nos permitirá adaptar nuestro sistema de juego al de su versión real o a nuestro antojo. Con la calidad técnica de los jugadores del Inter de Milan podemos intentar hacer un juego más de elaboración y toque, olvidándonos del contraataque; igual que si nos hacemos con el Manchester podemos dejar la iniciativa al rival y esperar para salir a la contra con la velocidad de Rooney y Berbatov. Eso será decisión nuestra, porque en lo que a rivales se refiere, serán igualitos que en la vida real. Que nadie se frote las manos por estar dando un baño a la Juventus, porque será en los últimos cinco minutos de partido cuando seguramente marquen. Y de rebote, si puede ser. En la otra cara de la moneda, preparaos para no ver prácticamente el balón si os enfrentáis al Arsenal de Wenger, físicamente débil pero técnicamente una maravilla a la que será harto complicado quitar la posesión.
No contentos con el sistema de ‘sliders’, podremos configurar más aún que otros años la actitud de cada futbolista sobre el terreno de juego, así como la de grupo: en qué porcentaje se ofrecen al compañero para darle opciones de pase, hasta qué punto presiona nuestro equipo al rival o tiene la defensa adelantada, o si queremos atacar siempre por una banda, por otra o por el centro. Una maravilla que promete dar un sinfín de horas de diversión.