Este mundo está lleno de peligros: el cine, sus historias de delincuentes inmorales inspiradoras de las grandes desgracias de este mundo; la música, plagada de grupos satánicos que pervierten a los jóvenes abocándolos al camino del mal; y, sí, los videojuegos, la razón última de la degeneración infantil y de esos uraños que Stephen King llamaba "los niños coco"... Dios nos salve de esta locura.
Suma y sigue
Superados otros tiempos en que el peligro eran los ataques epilépticos que podrían causar los videojuegos -posibilidad que se mostró residual-, el ataque enconado se dirige en la actualidad a la violencia que inculcan los "salvajes argumentos" de sus aventuras, distintos sólo en el soporte de los que se pueden ver en el cine o en algunos libros (Stephen King, por ejemplo, fue también víctima de las críticas de estos llamados defensores de la moral recta). Pero la incongruencia no acaba aquí. Cuando "el asesino de la katana" trituró a sus padres y hermana, poco caso se hizo a todo el conglomerado de aficiones transgresoras que estos le habían consentido, incluso se despreció el hecho terriblemente llamativo de que tuviera una arma como esta comprada por su padre: la culpa era del Final Fantasy, un juego cursilón en que hay enfrentamientos por turnos contra monstruos de fantasía y en el que controlamos a un héroe que representa a los valores puros. El era el culpable por haberle inspirado el peinado.
Poco antes, "Carmagedoon", tuvo una fama excesiva por la polémica creada. Tanto grito en el cielo porque en un juego de coches se atropellaba peatones, le proporcionó una impagable campaña publicitaria...
Y por no hablar de los "Doom", género que sigue acumulando demandas en EEUU aún cuando ya hay precedentes evidentemente absolutorios.
El último caso a la hora de publicar este artículo es el de "Tropico", un juego de estrategia para plataformas PC en que se dirige al poder de un dictador de una isla, en un tono amable repleto de todo tipo de caricaturas. No es necesario decir que pueden encontrarse casos en que habría más "peligro" de ejercer una mala influencia, no es necesario citar el caso de otros juegos en que se manejan a otros personajes con propositos similares ambientados en otras épocas (igual el tiempo lo es todo y podemos jugar a Tropico de aquí a 20 años), basta decir que en un ejercicio de fascismo se "exigió" su retirada del mercado, algo comparable a la quema de libros que se hacían en otros tiempos por no compartir su ideología.
Tal vez se podría abogar finalmente por la coherencia y dejar de culpar a géneros como cine, música y videojuegos, en lo que parece una permanente búsqueda de excusas.
Dicen algunos escandalizados, que un niño al cumplir los 15 años ha matado miles de veces en la pantalla de su ordenador. Aquellos orgullosos de haber subido pueden pensar que sirve para evitar hacer bestialidades más fuera...
Y si bien es cierto que muchos títulos con lo explícito del nivel gráfico actual y ciertas tramas, deben ser recomendados para el consumo de adultos, lo que no es comprensible es exigir retiradas del mercado por cuestiones algo confusas.