Sin duda, la Gameboy, con el Tetris al que se alió para conquistar el mercado de las consolas portátiles (deshaciéndose para ello primero de Atari Lynx, después de Gamegear de Sega) constituye una de las imágenes más emblemáticas del videojuego, y por añadidura, de la forma en que evolucionaron los juguetes al superarse la década de los 80.
En reconocimiento a su peso en el sector y éxito de ventas, el museo del juguete de Nueva York, que lleva incorporando juguetes reconocidos desde 1998, la añadido a su plantilla. Para ello, el museo tiene en cuenta el poder icónico, la longevidad del producto y su innovación, rasgos que hacían merecedora a la portátil de Nintendo de un lugar en sus vitrinas.
De esta manera, Gameboy pasa a ser junto a otro icono, la Atari 2600, uno de los dos juguetes electrónicos reconocidos. Lo que queda por resolver es si Gameboy será para siempre un nombre del pasado o si en la sucesión de Nintendo DS hay todavía espacio para una recuperación de su nombre, más en estos días en que empieza a hablarse del agotamiento de las actuales consolas de Nintendo y de los famosos chips de Nvidia que estarían diseñándose para la sucesión en portátil.