Firestarter es uno de esos títulos que no defrauda a quien busca un rato ameno entre disparos a enemigos de aspecto monstruoso, pocas complicaciones en el manejo del teclado y ratón, y en definitiva pocas ganas de estrujarse los sesos.
Consiste como otros tantos en disparar a destro y siniestro a todo lo que se mueve para conseguir una serie de artefactos que irán abriéndonos puertas a fin de ir avanzando en el desarrollo de las fases y niveles del juego (16 repartidos en 4 mundos). Es por ello, que el guión y la historia son más bien flojos y solo constituyen una excusa para introducirnos en los escenarios, fases entretenidas que con el tiempo acaban por resultar algo monótonas.
Con un claro estilo de otros productos del género con que se ha quiere comparar, lo cierto es que no llega a hacer méritos para tanto. Nos estamos refiriendo a casos sobradamente conocidos, como Quake 3, que resulta bastante más interesante que este en concreto.
Si entramos a fondo en el análisis de los personajes que podemos elegir -como por ejemplo un marine, un policia, una agente femenino o un mutante-, observamos que durante el juego hay pocas diferencias entre ellos. El manejo de todos es idéntico y la consciencia que tenemos de ser uno u otro es escasa.
Los enemigos por su parte, un total de 30, tienen un nivel de detalle muy justito, aunque por otra parte su inteligencia Artificial resulta bastante interesante. En las primeras fases son un poco suicidas en sus actitudes pero se corrige con el paso de los escenarios.
Durante las matanzas de toda clase de monstruos que vamos encontrando sorprende la cantidad de sangre que desprenden los enemigos por los disparos del jugador, algo agradecido para el jugador más visceral, llegando a ser poco creible que con tan poco cuerpo estén tan rellenitos de glóbulos rojos que todo lo salpican.
El sonido es suficiente para lo ofrecido, algo repetitivo quizá con el tiempo, y es que no es una banda sonora llamada a hacer historia. Siguiendo con el nivel técnico, la texturización de las superficies es muy del estilo del género de los shooters con tonos apagados entre grises y verdosos, y el efecto 3d está bastante bien conseguido.
Importante que disponga de 5 niveles diferentes de dificultad, desde el muy fácil hasta el nivel extremo, según nuestras ansias de descargar adrenalina, aunque normalmente solo se traduce en menos munición y más enemigos. Algo por otra parte predecible.
Lo peor del programa en sí, los constantes parones durante el juego. Cada vez que aparece una nueva arma, un enemigo diferente, un artefacto que recoger, una nueva munición disponible, se detiene la batalla saltando una ventana explicativa de lo que va a suceder, que nos obliga a frenar y pulsar un incómodo botón de "cerrar" para poder proseguir con el tiroteo. Es bastante inexplicable por innecesario tanto parón.
Para concluir es importante advertir que no exista posibilidad de jugar vía internet, aunque el juego si que dispone de modalidad LAN con posibilidad de conectar hasta 32 jugadores.
La conclusión es clara: un buen juego para los amantes del disparo a todo lo que se mueva aunque escaseen las novedades revolucionarias. Simplemente, más de lo mismo.