Más conocido por el mundial de los “difusores mágicos” y por el tremendo “owned” que Ross Brawn les ha colado al resto de equipos, este campeonato servirá como reencuentro y despedida para los amantes de los simuladores de conducción. Un reencuentro porque ya son varios años sin una nueva entrega de un juego de F1 (la edición de PS3 era una versión mejorada de F1 2006 para PS2) y una despedida porque será la última ocasión en que correremos bajo las polémicas y confusas reglas de 2009, incluyendo unos repostajes que se han eliminado completamente para la temporada 2010.
Hasta la última edición lanzada para PS3, Studio Liverpool era el responsable de la creación de todos los simuladores de F1 lanzados en los últimos años, gracias a que Sony poseía los derechos en exclusiva. Codemasters ha tomado el testigo para las próximas ediciones, y en la transición nos permite disfrutar de una de las temporadas más convulsas de la historia, aprovechando la última ocasión (al menos de momento) de conducir unos vehículos equipados con el sistema Kers (lo que nos dará unos segundos extra de potencia en cada vuelta, ideal para tratar de aprovechar los huecos en los adelantamientos). El modo campeonato nos propone un sistema de juego tradicional en estos títulos deportivos, participando en todos los grandes premios de 2009, con un total de 17 circuitos, seleccionando a uno de los 20 pilotos disponibles.
Los demás modos de juego son bastante previsibles, contando con carrera rápida o de fin de semana, así como las pruebas contra el crono. Son perfectos para una partida cuando no tenemos mucho tiempo disponible, pero realmente nos ha convencido más la opción del modo trayectoria. En este modo (una opción que tampoco es la primera vez que nos encontramos) comenzaremos nuestra carrera como pilotos en un equipo modesto, tratando de mejorar torneo a torneo, conseguir patrocinadores y con el tiempo encaminar nuestros pasos hacia equipos más competitivos.
Completando una oferta de juego bastante completa, nos encontramos con los desafíos, más de 70 pruebas que nos pondrán en situaciones límite, como realizar vueltas rápidas, superar puntos de control, o terminar una serie de vueltas utilizando neumáticos de seco mientras está lloviendo. Esta parte resulta perfecta para tratar de ir superando alguno de los desafíos mientras lo alternamos con el modo campeonato o trayectoria, evitando caer en la monotonía.
Siendo sinceros, no vamos a encontrar mucha simulación o realismo en F1 2009. La física esta correctamente implementada en el caso de choques o daños en los vehículos, pero resulta muy poco realista en las salidas de pista y especialmente cuando corremos en circuitos mojados por la lluvia, siendo bastante permisivo con el jugador. Siempre tendremos la opción de desactivar las ayudas a la conducción, pero aún así no percibiremos el nivel de exigencia visto en otros títulos de conducción de corte realista, contando eso sí, con hasta tres niveles de dificultad, donde activar la línea de trazado, ayudas en la frenada, cambio automático, etc.
La configuración a la hora de conducir permite escoger entre varios tipos de control, con y sin nunchaku. A pesar de funcionar correctamente de los dos maneras, a la hora de jugar en los niveles más exigentes la configuración de mando remoto + nunchaku resulta un poco más efectiva, perdiendo algo de la comodidad que aporta el utilizar el volante incluido en el pack.
Viendo las imágenes o vídeos disponibles en la red, uno se da cuenta de que no estamos ante ninguna proeza técnica para Wii. Los modelados son simplemente correctos, pero las texturas y la recreación de los escenarios deberían y podrían haberse mejorado, ya que resultan excesivamente simples.
La excusa puede ser el sacrificio de una gran calidad en texturas y modelados para conseguir una suavidad suficiente, muy necesaria en este tipo de juegos, pero sin exigirle los gráficos de una Xbox360 todos hemos visto motores más optimizados para Wii, por lo que desde aquí le damos un tirón de orejas a Sumo Digital, sin conocer realmente si han dispuesto del tiempo suficiente para terminar el juego a tiempo para el lanzamiento.