"No esperéis un Call of Duty de nosotros", declaró recientemente Satoru Iwata -presidente de Nintendo-, a propósito de lo que su compañía va a hacer y lo que no va a hacer con su catálogo. Lo cual no quiere decir que pese al aparente desprecio, no quieran a toda costa un Call of Duty: si la obsesión en Nintendo es que con Wii U no vuelvan a quedarse sin los favores de third parties como sucedió en Wii, Call of Duty puede ser especialmente icónico como súper-ventas a buscar para su catálogo.
Ahora bien, lo que nadie esperaba es lo que Michael Pachter, el conocido analista, aseguró en una conferencia en Brighton: que el mando adicional presentado para la consola fue una exigencia de la propia Activision para publicar su juego en Wii U.
El mando, es de hecho tan reminiscente del de Xbox 360, que la propia Microsoft empleó ese argumento para cuestionar el rumbo de Nintendo ("han movido los controles y creado uno que será familiar para los usuarios de Xbox 360", afirmaron poco después de declarar que Wii U es "a los efectos una Xbox").