La aparición del primer Delta Force ya fue bastante sonada y fue un juego que no pasó desapercibido en absoluto. Delta Force 2 supuso la continuación del éxito, y todavía a día de hoy centenares de personas juegan en su modo online. Land Warrior, la tercera entrega con motor gráfico renovado, creó muchas expectativas, pero a la hora de la verdad decepcionó un poco a los seguidores de la saga. Sin embargo, ese error ya ha quedado totalmente enmendado con Delta Force: Black Hawk Down, el último título de la serie basado en la popular película de Ridley Scott, del mismo nombre.
Para los que no hayáis visto esa película, decir que se trata de la historia basada en un hecho real sobre un grupo de Rangers del ejército de los EEUU que en 1993 llevó a cabo una operación en Somalia. Dicha operación, que teóricamente debía ser rápida y sencilla y en la que se tenía que capturar a unos cabecillas guerrilleros, se complicó de mala manera al ser derribados algunos helicópteros de transporte y ataque Black Hawk. La misión de rescate para librarlos de los guerrilleros y de la turba enfurecida requirió un esfuerzo humano titànico, y la situación era cuanto menos arriesgada y muy, muy tensa. Y es esta misma situación la que se pretende recrear en esta nueva entrega de Delta Force. Pero, ¿lo consigue? Veámoslo.
El argumento del juego, como ya hemos dicho, se basa en aquellos hechos. Sin embargo, no todo el juego trata sobre ese asalto, aunque si gran parte de él. El juego consta de 16 misiones, de las cuales las 7 primeras son un preludio de lo que después pasará, y en la que se nos encargan misiones de destrucción de arsenales, liberación de ciertos emplazamientos o destrucción de objetivos estratégicos. En cierta manera, es como cualquier otro Delta Force. A partir de entonces comienza la acción, y durante otro buen puñado de misiones (hasta la penúltima concretamente) deberás moverte por el entorno hostil que es para ti la ciudad de Mogadiscio, repleta de guerrilleros que acechan en cada esquina armados con sus AK-47 y sus RPG.
El sistema de juego difiere ligeramente de las anteriores entregas, pero su esencia sigue siendo todavía muy arcade. En esta ocasión podremos dar órdenes a los soldados que nos acompañarán, dirigidos por IA, aunque ésta no es precisamente muy brillante, y en muchas ocasiones no nos ayudarán todo lo que deberían, sirviendo de poco más que de blancos adicionales para conseguir que el fuego enemigo no se dirija todo hacia ti. Suena mal, pero así es.
Gráficamente, el juego luce mejor que cualquier otra entrega de Delta Force. Cabe recordar que los gráficos en esta saga no han destacado por su calidad. Los de las 2 primeras entregas no eran nada del otro mundo. La tercera y la cuerta eran algo mejores, pero no eran en absoluto como para tirar cohetes. En Black Hawk Down ciertamente se han trabajado mucho más los gráficos, que sin llegar a ser despampanantes, son bastante correctos y cuentan por fin con un motor gráfico decente.
En el apartado de sonido no se nos puede pasar por alto la banda sonora, que recuerda bastante por su estilo a la de la película y consigue darle un buen ambiente a la acción. Los efectos de sonido son buenos, y las voces por emisora de tus compañeros transmiten muy bien la sensación de agobio de ciertos pasajes del juego. Al menos en la versión americana, que es la que se ha usado para analizar el juego. En la española nos consta que la traducción no es al 100% correcta, pero que aun así se salva bastante.
Y sobre el sistema de juego, decr que sigue siendo tan sencillo como siempre. Al inicio de cada misión podemos escoger el equipamiento que queremos llevar, que va desde rifles de francotirador hasta fusiles de asalto con lanzagranadas acoplados, pasando por ametralladoras ligeras y pesadas. También deberemos escoger un arma secundaria, que puede ser una pistola o una escopeta, y un elemento del tercer grupo, el de explosivos. Siempre se nos da un equipo recomendado, pero podemos cambiarlo a nuestro antojo.
A continuación empieza la misión. En un lateral aparece siempre un mapa que te indica exactamente a dónde has de ir. En el otro lado tienes un indicador de saliud, representado por un monigote de color verde, amarillo o rojo, según los daños que hayas recibido, así como un recuadro indicando el arma que llevas equipada actualmente, su modo de disparo y la munición restante. Con todo esto, debes ir avanzando por pantallas infestadas de enemigos a pie, per también en coche o en helicóptero, lo cual es una novedad en la saga y un punto a favor para el juego.
Para cualquier aficionado a la saga Deta Force, decirle que este juego no le defraudará. Es más, seguramente será el que más le guste. Al resto de jugadores cabe decirles que aunque no sea uno de los mejores juegos de acción que hay actualmente, y que aunque se esperaba un poco más de él, es un juego al que vale la pena echar unas cuantas partidas, aunque solo sea al modo multijugador.