Como ya va siendo habitual, las secuencias cinemáticas saben hacer reír sin caer en lo burdo o en lo obvio. El humor blanco de sus bromas evita que el cuerpo paterno deba estar en constante vigilancia para aplicar la censura coercitiva si fuera necesario. Lo que sí que resulta chocante es el hecho de que los mejores gags son aquellos que requieren de cierto conocimiento de la saga cinematográfica, de modo que quizás muchos infantes no logren captar el sentido de la gracia. Por otra parte, aquellos padres que hayan prohibido a su prole ver las películas de Indiana Jones merecen una muerte larga y dolorosa.
El arqueólogo con apodo perruno nunca está solo en sus aventuras, ya sea Tapón, su padre o su odioso hijo, Indy siempre necesita un segundo par de manos para salir ileso de las trampas en las que se mete. Todos los obstáculos de La aventura continúa han sido diseñados para resolverse cooperativamente, cada jugador encarnando alternativamente a los diferentes personajes. Un compañero puede participar en todo momento, y como el reino de terror y opresión impuesto por la pantalla única ha llegado a su fin, los dos camaradas pueden explorar por vías diferentes para dar con una misma solución.
No obstante, y pese a todas las mejoras que ofrece el título, éste no deja de ser un déjà vu elevado a la enésima potencia. El jugador que haya superado las entregas anteriores se adelantará a los acontecimientos, mientras que los neófitos captarán la esencia de los puzles a mitad de la aventura. Aunque los mundos centrales están atiborrados de extras, la mayoría de éstos son anécdotas que no pueden utilizarse en los otros niveles. Además, la selección de "los mejores momentos" de la trilogía clásica es un tanto errática: ¿dónde está la persecución en vagoneta, la roca gigante y aquella secuencia donde Sean Connery llegaba tarde al rodaje porque estaba jugando al golf?
A nivel visual, los personajes son las autenticas estrellas del espectáculo gracias a los nuevos movimientos y a la mejora de los antiguos. Por desgracia, los escenarios no están a la altura de la circunstancias; son variados y fieles a los momentos que buscan recrear, pero tienen un cierto aire estático y casi de plástico que choca con la flexibilidad y fragilidad de las piezas Lego. Aún así, este título no necesita ser el juguete más bonito de la estantería para llamar la atención de sus posibles compradores.
La banda sonora podría formar parte de una gala en homenaje al compositor John Williams. La desarrolladora se ha sacado pocas melodías originales de la manga, y la mayoría son versiones modernas de los grandes clásicos. Irónicamente, lo mejor de las voces es la ausencia de éstas y la habilidad de Traveller´s Tales por conseguir que el jugador se olvide temporalmente de los diálogos.
Lego Indiana Jones 2: La aventura continúa ofrece una experiencia corta para los precoces y larga para los coleccionistas; ambas alternativas garantizan diversión, especialmente si el jugador cuenta con un compañero al que torturar con el látigo. Ahora bien, la franquicia necesita una innovación inmediata que vaya más allá de un par de novedades listadas en la contraportada de la caratula. Todos los títulos hasta la fecha tras el no tan lejano Lego Star Wars son como expansiones de éste, como packs de piezas Lego que añaden una nueva torre al castillo o un barco más a la flota ya existente. Los bloques de colorines triunfan por su carácter multidisciplinar, basta con romper todo lo construido para dar con algo totalmente nuevo. Y esto es lo que necesita Traveller´s Tales: la valentía suficiente para coger el mazo metafórico y acabar por una vez por todas con los cimientos que lentamente han ido deformando la originalidad inicialmente creada hasta convertirla en el Templo de la Reiteración.