David Crane, asociado eternamente a Pitfall (su gran éxito de 1982, si bien con unos inicios que datan de 1977 su currículum está lleno de distintas producciones), no lo tendrá fácil para volver a publicar una nueva entrega. No al menos por el canal elegido, el de las 'kickstarters', que debió pensar era vía idónea atendiendo a las numerosas solicitudes de fans que le pedían que volviera a encargarse de su clásico.
El problema, no obstante, vino cuando fijó un precio de desarrollo. Así, de los 900.000 dólares solicitados sólo ha alcanzado 21.000 a 6 días del cierre, algo que se explica por lo alto del objetivo marcado. "Todos se volvieron contra mí cuando vieron el precio solicitado", relata el propio Crane, "venían y me decían, 'estás pidiendo demasiado dinero', y yo les preguntaba, '¿sabéis cuánto cuesta hacer un videojuego?'". Según su modo de verlo, la gente parecía esperar un desarrollo amateur y él propone uno profesional de un acabado de gran calidad, algo que chocaba frontalmente con el espíritu 'kickstarter', "hay incluso quien me decía que estaba arruinando las kickstarter para los desarrolladores indie al pedir semejante cantidad de dinero".
A continuación, el vídeo promocional de su campaña para recaudar fondos: