Publicamos la primera parte del artículo que apareció en nuestra edición impresa a principios de año, rindiendo culto a aquella máquina que nació para ser una consola y que se convirtió en una referencia de la informática. Amiga llegó a simbolizar algo demasiado tentador como para que algunos no quieran explotar su marca a día de hoy, motivo por el que, una vez más, arrecian los rumores sobre el “esta vez sí”. Algo que los escépticos que han creído demasiadas veces, prefieren pasar por alto.
En Cupertino hicieron lo imposible y Apple es ya algo más que una alternativa. Quienes conocen la historia y por tanto la complejidad de esa misión, entienden que a Steve Jobs se le tenga en un altar por su comunidad de usuarios, que se presente como un Mesías en cada una de sus keynotes y que sus “one more thing”, hagan temblar la bolsa. No solo hizo -y rehizo tras ser repudiado- a la única compañía capaz de plantar cara al imperio compatible, de paso se rodeó de poderosos aliados como el iPod y el iPhone (y el iPad, dicen), desbancando a cada líder de su respectivo mercado y terminando con su posición de dominio. Adiós al Walkman, adiós a la telefonía Finlandesa. ¿Adiós al PC?
Puede que Apple lo tuviera todo para golpear a PC donde más le dolía, en esos inmensos pies de barro que a cada paso que daban iban resquebrajando una estructura dañada por lo que habían sido en el pasado sus virtudes. Aquello de “compatible” siempre dejó claro que no se trataba de un ordenador, sino de unas características comunes. Domarlas y rentabilizarlas quedó en manos de un símbolo del mal para los críticos, una acomodada Microsoft que en las últimas acometidas de su sistema operativo (si “7” no lo remedia) ha dado los mejores argumentos a su rival.
Pero como decimos, lo que ahora es un problema fue su mayor baza, la que permitió que PC se extendiera sobre la faz de la informática, aniquilando a casi cualquier alternativa. Incluso derribando a la que para muchos, quienes lo conocieron básicamente, fue la mejor alternativa por encima de los propios mac.
El vuelo “alucinante”
A finales de los 80, un simple VHS promocional hacía babear frente a los televisores a cualquiera de los aficionados a la informática que contemplaba unas imágenes que no podían ser ciertas. Los incrédulos usuarios que todavía recordaban las composiciones planas, pixeladas y de colores eléctricos de los 8 bits, que en oficinas lidiaban con procesadores de texto en fósforo verde, no podían dar crédito a las animaciones, al tratamiento de imagen y los apabullantes videojuegos que mostraba aquella máquina de incomprensible superioridad.
Era el momento en que el salto a las 16 bits estaba a la vuelta de la esquina. Atari ST iba a intentar otra vez tirar de marca para recuperar posiciones, el propio Mac tenía sus balas, aunque en este caso su producto se encontraba mucho más enfocado en una dirección que el ordenador que nos ocupa. Los PCs entonces eran lo que eran, herramientas funcionales grises y toscas, tan costosas como ásperas.
Con ese contexto, ¿cómo no iba a descubrirse el sector ante el Amiga?. El mismísimo Andy Warhol apareció en la primera presentación del ordenador para dibujar con él en el remoto 1985, ante el asombro de los presentes. Subrayamos: 1985. Apenas un año después del lanzamiento de Amstrad y dos desde que el MSX vio la luz. Quien recuerde a unos y otros comprenderá el asombroso abismo que los separaba.
Aún así, al Amiga que debutó con la versión 1000 grabada en su carcasa le hicieron falta más años para tener un precio competitivo, ser conocido y ganar una cuota de mercado. La 500 lo lograría.