Capcom ha echado el resto con Resident Evil 6, un título que rezuma gran superproducción por los cuatro costados. Que sea una saga cada vez más enfocada a la acción no lo convierte ni mucho menos en un mal juego, de hecho es un puro espectáculo, cuya campaña debería servir de ejemplo a otros juegos de acción e incluso Fps que no suelen durar más de 6 u 8 horas, superando holgadamente las 25, algunas más en niveles altos de dificultad.
Una meta, varios caminos
Que estamos ante el Resident Evil más grande de todos queda confirmado ante la presencia de varias campañas independientes con diferentes protagonistas, que convergen hacia un final inevitable. En otras ocasiones hemos vivido la historia desde diferentes perspectivas, diferentes protagonistas viviendo la misma trama de forma paralela, pero esto ha cambiado en Resident Evil 6. El presidente del gobierno americano, quiere explicar a los ciudadanos la verdad de los incidentes de Raccoon City, pero pronto comprenderemos la dura realidad que le impedirá conseguir su objetivo.
Leon, Jake, Crish y Ada tienen que hacer frente a una nueva amenaza, el virus C, procedente una vez más de una Umbrella que lejos de quedar destruida siempre parece resurgir de sus cenizas. Curiosamente, es la campaña de Ada la que más elementos clásicos de la saga contiene, además de ser la única inicialmente que se juega en solitario. Decimos inicialmente porque en una próxima actualización del juego mediante Dlc (sorprendentemente gratuito) podremos jugar también esta campaña de forma cooperativa. El parche o Dlc también permitirá completar esta campaña en el orden deseado, ya que inicialmente no se puede seleccionar sin haber terminado previamente las anteriores.
A pesar de que resulta recomendable o al menos más comprensible disfrutar las campañas en orden (comenzando con Leon y Helena) lo cierto es que podemos completar un capítulo de una y comenzar la siguiente si nos apetece. Eso sí, hay que dejar claro que perdemos todo el avance de un capítulo si no lo hemos completado, por lo que habrá que pensarlo bien antes de cambiar.
En la variedad…
No se puede decir que Capcom no haya luchado por imprimir variedad con la que sorprender al jugador en Resident Evil 6, pero lo ha hecho sobre todo en lo que a escenarios se refiere, multiplicando las localizaciones, o más bien explotando la variedad que una misma zona o ciudad nos puede ofrecer. Así visitaremos numerosos entornos urbanos, interiores de edificios, cementerios, aeropuertos, bosques, etcétera, evidenciando un diseño muy eficaz a nivel artístico que sin embargo no logra disimular el punto más negativo de su desarrollo, ya que resulta muy lineal. Un coche ardiendo, una explosión, un elefante volando, el caso es que siempre hay algo que nos impide continuar explorando el escenario, más allá de tratar de encontrar algunos emblemas o secretos en algunas zonas. Explorar y secretos no es algo que conjugue bien con Resident Evil 6, ya que a pesar de algunos momentos y situaciones excepcionales pasaremos la mayor parte del tiempo disparando. Ciertamente se han introducido algunos puzles, búsqueda de llaves, palancas, etcétera, pero por lo general no son demasiado complicados y no tienen demasiado peso en el diseño de los escenarios. Ese aspecto también se deja ver en los momentos de tensión, con bastantes sobresaltos y zonas donde avanzamos tranquilamente charlando con nuestro compañero o con algunos supervivientes. Si en algún momento se hubieran diseñado niveles con una ligera exploración, caminos alternativos, habría beneficiado al conjunto, pero la linealidad, el único camino y la imposibilidad de quedarse atascado eliminan las sensaciones que a veces parecen atisbarse.