Cuando una versión ampliada de un juego se ve obligada a incluir en su listado de novedades que contiene subtítulos en español para rellenar, todos los indicios apuntan a que muy especial no va a ser esta nueva edición. Tras un affaire un tanto truculento con la competencia, la saga Star Ocean regresa a su hogar con The Last Hope -International-, título prácticamente idéntico al que apareció el año pasado para Xbox 360. Los añadidos no permiten ni jugar a las siete diferencias: ahora el jugador puede escoger entre el doblaje en inglés y el original japonés, los rostros de los personajes en el menú pueden tener una versión en dos dimensiones... y sanseacabó.
A mediados de siglo XXII, los dirigentes de las naciones más importantes tienen un ataque de gatillo fácil y activan multitud de armas de destrucción masiva. Irónicamente, no se dan cuenta de su error hasta que no han convertido la Tierra en el queso gruyere más inmenso a este lado de la Vía Láctea, y como su juguete se ha roto, deciden aliarse e ir a enturbiar la paz y harmonía del universo. Aquellos que finalizaron en su día el genial Till the End of Time habrán deducido que la cuarta parte de la saga es una precuela que explica precisamente la primera misión espacial y las consecuencias que conllevó.
En principio debería sorprender la joven edad de uno de los enviados para la misión; Edge Maverick muestra una gran capacidad para el combate que sería inusual en otro contexto pero que resulta común en un juego de rol japonés, donde la metáfora del viaje iniciático de la adolescencia a la madurez sigue siendo el tópico dominante. La plantilla inicial se completa con Reimi -compañera del protagonista desde la infancia que muestra un descarado interés hacia su amigo-, el Eldariano -o sea, elfo- Faize Sheifa Beleth y la jovenzuela Lymle Lemuri Phi -dueña de un nombre ridículo y de un perro abominable.
El sistema de batalla puede resultar un tanto confuso al inicio y es por ello que se agradece un tutorial mal implementado en la trama pero que sabe dosificar la información. Los combates siguen siendo en tiempo real e incluyen interesantes añadidos como la finta, posibilidad de esquivar al enemigo durante uno de sus ataques y darle su merecido. Lo único que enturbia la experiencia es el método para seleccionar el contrincante: el jugador debe asegurarse de que Edge o asociado están mirando directamente al rival, y como a la cámara le falta depuración, esto dará rienda suelta a inesperados equívocos tácticos.
Al igual que en la versión para Xbox 360, The Last Hope -International- goza de unos gráficos excelsos, especialmente en los decorados y en el diseño de los enemigos. Por desgracia, los personajes principales se encuentran en plena crisis de la adolescencia y no saben si optar por el realismo o bien por la estética más anime, quedándose así en un punto medio inquietante que seguramente obligó a Tri-Ace a incluir unos rostros y menús más clásicos para contentar a todos los públicos.
La inclusión de las voces originales japonesas mejora sustancialmente los diálogos, ya que el doblaje en inglés era un tanto nefasto. Estas pequeñas mejoras endulzan un poco más un título que ya contaba con mundos detallados, un sistema de combate digno y multitud de extras para los cleptómanos en potencia. Ahora bien, esto significa que los errores de la primera edición siguen intactos; ni la seiyuu más profesional ni los ¡oh! "magníficos" subtítulos en español lograrán ocultar una trama tópica y unos personajes insulsos que amenazan en convertir una apasionante odisea espacial en un drama de sobremesa.