Con Wii U a punto de aterrizar en las tiendas europeas (y primeras cifras de éxito en EEUU) es evidente que a Wii, la consola precedente que lleva tiempo arrinconada, le quedan pocas funciones que representar. La última, no obstante, llega con timidez y es cuestionable que pueda cumplir su objetivo de rematar las ventas.
Al precio de 99 dólares, la Wii Mini llegará por el momento únicamente a Canadá, quedando lejos de la oferta navideña de este año. Pero su mayor limitación es técnica, al venir mutilada de forma grave: parte importante de sus incentivos desaparecen si sus funciones on-line desaparecen al no contar con conexión wi-fi. "Su diseño para amigos y familia carece de funcionalidades on-line", explicaban en Nintendo, "y no es compatible con juegos de Gamecube", remataban.
En todo caso por su reducido precio y el amplio stock de Wii que incluye joyas como los títulos de Zelda, Mario o Metroid entre otros, puede convertirla en una opción para muchos usuarios que no quieran invertir mucho en videojuegos.