El género de las carreras arcade de karts viene de lejos, y encuentra su máximo exponente en la saga MARIO KART. Entre cuatro y ocho participantes, al mando de sus vehículos y armados hasta los dientes, dejan la huella de sus neumáticos en pistas estrambóticas, con saltos kilométricos, potenciadores de velocidad, loopings y curvas de vértigo. Ahora le llega el turno a las carreras sin reglas de SONIC & SEGA ALL-STARS RACING, un lanzamiento que hace frente a MARIO KART WII.
Aunque Nintendo no ha sido la única factoría de hitos en este género: muchos aficionados encumbran a CRASH TEAM RACING como el mejor juego de karts, además de cómo el último juego protagonizado por Crash Bandicoot que realmente vale la pena.
Y SEGA ya había tenido experiencia en las carreras de este estilo. Sonic DRIFT en 1994 para Game Gear y Sonic R en 1997 para Sega Saturn fueron la respuesta a Mario Kart y su secuela en Nintendo 64. Fueron también las primeras incursiones de Sonic en un campo (las carreras) que en principio debería ser su terreno natural por la velocidad. Pero la cosa no funcionó.
Tampoco lo hizo en el siglo XXI con dos nuevos títulos de carreras basados en la franquicia SONIC: Sonic Riders, y Sonic Riders Zero Gravity, juegos que hoy merecen un simple aprobado y con los que el puercoespín azul se despedía de PlayStation 2 con un futuro pesimista. Sin embargo, SEGA no se rinde, y después de la adaptación de las pistas de tenis al universo de la compañía en SEGA SUPERSTARS TENNIS, es la hora de las carreras.
El mundo SEGA está loco, loco, loco
Con un título muy largo (fruto de la colaboración con RARE para incluir a Banjo y Kazooie entre los personajes disponibles) se nos presenta un juego de carreras que abandona los típicos karts o buggies para rebuscar en los cajones del recuerdo de SEGA: taxis o naves espaciales se ponen a nuestra disposición. Hasta ocho iconos de la compañía compiten en circuitos diseñados para derrapar: Sonic, Amy Rose, Knuckles o Eggman no podían faltar en el reparto, junto a los habituales Amigo, Ulala, AiAi, Alex Kidd o Beat. El punto nostálgico lo ponen personajes desbloqueables como los Chuchus (de ChuChu Rocket), Opa-Opa (de Fantasy Zone) o Ryo Hazuki (del legendario e inacabado Shenmue). 24 trazados ambientados en juegos SEGA (Sonic Heroes, House of the Dead, Samba de Amigo, Jet Set Radio, Super Monkey Ball) ponen la guinda del recuerdo.
Cada piloto dispone de su propio vehículo, que puede ser de tres tipos: coches, que tienen unas puntuaciones equilibradas en conducción y velocidad; motocicletas, que disponen de mayor aceleración pero pueden ser embestidas con más facilidad; y hovercrafts, que no se ven afectados por la naturaleza de la pista (tierra, asfalto, agua) pero poseen una aceleración baja y una maniobrabilidad más complicada.
Y lo primero que viene a la mente cuando jugamos es el nivel técnico de las carreras. La velocidad se consigue mediante la ejecución de trucos en los saltos y derrapes. Son pistas de drifting que premian al conductor de derrape que busca el hueco en las curvas y que encadena los turbos. Los ítems son valiosos, pero no imprescindibles: ninguno de ellos te dará una clara victoria en el último momento sobre todos los demás.
Esto se debe a la ausencia de armas globales, que afecten a todos los jugadores: hay potenciadores de velocidad, trampas, bombas y misiles. El único movimiento especial con el que cuentan los jugadores, el ALL-STAR, tan solo le será ofrecido a aquellos jugadores que ocupen los últimos puestos en carrera, en un intento de ayudarles a remontar. Y estas armas no se encuentran disponibles en el modo online, lo que hace mucho más equilibrado el juego.
El otro punto destacable es el cuidado por el detalle, el esmero que han demostrado en el desarrollo. Las pistas musicales han sido extraídas o son remixes de los juegos originales en los que se basan: destacan por su origen un par que ya sonaban en el mítico SONIC R, como CAN YOU FEEL THE SUNSHINE o SUPER SONIC RACING. Glorioso. Y los circuitos tienen un nivel de acabado que luce fantástico en HDMI, coloridos, preciosos. Las animaciones de los personajes, para rematar, son divertidas y muy diversas.
SONIC & SEGA ALL-STARS RACING va más allá de ser un simple spin-off, un subproducto de la gran franquicia SONIC. Es un juego competente, delicia de los amantes de la competición que busquen entretenimiento arcade sin dejar la victoria en manos del azar. Y un bocado fabuloso para los fans del erizo azul.