Sí, existen títulos que por las circunstancias que sean, pueden gustar a unos y a otros no, creando divisiones tan claras como la que Dead Island: Riptide ha logrado entre la crítica.
Tras el éxito de la primera parte de Dead Island -que recientemente alcanzó la cifra de cinco millones de unidades vendidas- se esperaba el resultado de una continuación que lo tendrá muy fácil para hacerse con repercusión, si bien queda la duda de si esta será lo suficientemente positiva.
A tenor de lo publicado por Game Informer, tanto da si el juego viene con aspectos mejorables: "tiene muchos defectos, pero te engancha: pocos títulos cogen la diversión visceral de un combate melé y cooperativo como Dead Island".
En IGN sí son más concretos al enfocar su crítica, centrándose en cómo "no hace nada para ser un gran juego, salvo arreglar gráficos y algunos de los muchos problemas técnicos de la primera parte" (que, como se ha apuntado, con o sin esos problemas arrasó en ventas). Siguiendo con el vía crucis, Videogamer califica la continuación de "oportunidad perdida", en tanto que en GameSpot se muestran más duros que nadie, en un varapalo concretable en su frase "si matar zombies no es divertido en un juego de matar zombies... ¿para qué moletarse?".
La última opinión será la más importante: la de los usuarios. ¿Repetirán cifras como las anteriores o será una de esas segundas partes que dan sentido al dicho?