"Google es Skynet" dicen algunos críticos agoreros, inspirados por el clásico de James Cameron. El poder del buscador pergeñado por Larry Page y Sergey Brin ha acabado por convertirle en la puerta de entrada a internet, pero también en el caballo de batalla para cualquier área de negocio que se cruce en su camino. Los holandeses de TomTom todavía están recuperándose del síncope de la decisión del buscador de ofrecer gratuitamente mapas para gps. El mismísimo Steve Jobs reaccionó con ira cuando supo que planeaban un teléfono móvil que pretendía competir con iPhone.
En todo caso, las cosas no terminan ahí, y el videojuego parece en el punto de mira de la compañía. Este sector está acostumbrado a que cada cierto tiempo coincidan en él todos los movimientos posibles de especulación, siendo el más recordado (y ya citado en esta web en varias ocasiones) el que tuvo lugar con la sucesión de Super Nintendo / Megadrive, en que desde Amiga a la propia Apple pasando por Atari trataron de hacerse con un bocado imposible.
No obstante, es difícil creer que a Google le sucederá lo mismo. Por el momento han fichado a un veterano especializado en consultoría de videojuego, Mark DeLoura, quien ha trabajado en compañías como Nintendo, Sony o Ubisoft. Sin que se sepa mucho de su objetivo final, sí se saben sus ideas anunciadas en su propio blog: "Quiero juegos fáciles de hacer, más baratos y que lleven menos tiempo en su creación, con una distribución más simple. Son objetivos que puede nunca se consigan, pero persiguiéndolos conseguimos unir más voces y hacer avanzar esta forma de arte". Y por si esto no dejara claras las cosas, recuerda una importante razón para perseguir este objetivo dentro de Google: la inclusión de herramientas como el O3D web o Android y sus posibilidades para el videojuego.
El tiempo dirá si el resultado de su gestión queda como una simple imitación del sistema de Apple, o si llegan a realizar desarrollos de peso.