Son un elemento clave, y un medidor tanto de la situación actual como del futuro de Ouya. Y si hay que guiarse por sus declaraciones, recogidas en Gamasutra.com, los desarrolladores están lejos de encontrarse satisfechos con las ventas de su software.
Esto resulta especialmente grave porque gran parte de los medios han coincidido en que es la falta de suficientes títulos atractivos la que lastra las posibilidades de Ouya. Y si con los que hay la cosa no ha ido bien... como para preocuparse.
"Publicar para Ouya me ha dado mucha repercusión, las ventas son mejores de lo que imaginaba", explica Matt Thorson, creador de Towerfall y que probablemente sea el único contento con la situación. Sin duda le habrá ayudado que su juego aparezca como el más conocido en todas las listas, aunque también lo sea por el carácter exclusivo que algunos le otorgaban, cuando el título verá la luz en PC finalmente.
Entrando en los descontentos, Eric Froemling apenas generaba bon Bombsquad 200 dólares al día que pronto pasaron a 70. Mcneill con BombBall, recauda por los 30 dólares diarios. Ryan Wiemeyer con Organ Trail apenas ha colocado 500 descargas, una porción ridícula del total de 400.000 que ha vendido entre todas las plataformas donde ha publicado. O lo que es lo mismo: vende la mitad de la cifra que había calculado como su punto más bajo.
En todo caso, David Marsh, con apenas 122 ventas que le han brindado la triste cifra de 427 dólares, entiende que "probablemente no sea una gran fuente de dinero, pero es muy fácil publicar en su tienda". Algo que él ve positivo para ganar repercusión... pero que también explica la cantidad de títulos menores que desesperan a los fans que buscan algo valioso, degradando la imagen final de Ouya.
Lo dicho: que no iba a ser fácil.