“Morí como Daniel Garner...
Fui sentenciado a servir con dolor... En algún lugar entre el cielo y el infierno...
Ahora soy la única oración de los ángeles.”
Tu nombre es Daniel Garner y acabas de morir tras un accidente de tráfico. Pero apareces en un mundo oscuro e inhóspito, entre el cielo y el infierno. Pronto te encuentras en un cementerio lleno de tumbas. En la mano llevas una pequeña linterna y un arma. Te acercas a una tumba cubierta por el musgo y, mientras intentas ver a quien pertenece, se abalanzan sobre ti seis esqueletos. Después de destrozarlos y quedar cubierto de sangre ves que avanza sobre ti una vieja que te golpea con un gran brazo deforme. La destruyes y de ella salen un grupo de buitres. Huyes en línea recta y llegas delante de una gran catedral. Te encuentras en una pequeña plazoleta. En el centro, ves que desde todas las bocacalles se te acercan hordas de esqueletos... esto acaba de empezar.
Intenso: esta es la palabra que mejor define a Painkiller, juego de acción a la vieja usanza en el que el derroche de adrenalina es máximo. Este shooter en tercera persona es de lo mejor que nos hemos encontrado.
Tendrás que pasar nivel tras nivel (hasta un total de 24) para lograr saber los motivos de porque se te niega la entrada al cielo. Para cumplir tu objetivo contarás con un total de 5 armas (la primera muy original y particularmente sangrienta) y, aunque son pocas, se suple añadiendo 2 modos de uso para cada una.
Cada nivel es totalmente diferente: catacumbas, cementerios, catedrales, puentes colgantes sobre rios de lava... En estos escenarios te tendrás que enfrentar a continuas hordas de enemigos: esqueletos, viejas brujas, cuervos, no-muertos, zombis, clérigos, asesinos, gárgolas, hordas demoníacas... y sobretodo unos enemigos de final de fase gigantescos (como el monstruo final de Quake 2) que nos recuerdan a esos clásicos matamarcianos como el R-type.
La gran ambientación se consigue con unos gráficos realmente espectaculares (usa un motor gráfico llamado Pain Engine y el motor Havok 2.0 para la simulación de la física de los objetos y la interacción con ellos) entre los que destacan luces volumétricas, niebla muy realista, fuego, sombras suavizadas, simulación de cristal... realmente impresionante. Todo esto junto con una banda sonora Heavy Metal nos hará estremecer.
El juego cuenta también con un modo multijugador para jugar contra 16 rivales más (internet o en red) entre los que destacan, además de los ya clásicos Deathmatch y TeamDeathMatch (todos contra todos) los llamados: People can fly (los jugadores pueden volar y solamente reciben daño si están en el aire), Voosh (arma aleatoria) y The light bearer (un tu la llevas muy entretenido)
Como shooter de acción 3D, cumple con creces su cometido y nos deparará horas de diversión. Aunque tiene unos pequeños defectos:
- Un avance demasiado lineal: si no matas a todos los enemigos y pasas por el checkpoint no puedes avanzar de fase, algo demasiado consolero para un PC.
- El modo multiplayer no cuenta con “bots” (personajes controlados por el PC), asi que no nos podemos echar una partidita deathmatch contra el ordenador.
- La IA (Inteligencia Artificial) de los enemigos es inexistente: se limitarán a venir de 20 en 20 hacia nosotros zigzagueando. No muy complejo pero si muy adictivo.
De todas formas, amigos, estad preparados porque Hexen, Heretic y Quake 2 han vuelto y se llaman PAINKILLER.