Polarity no era de por sí un título para comprar una consola. Pero al menos reforzaba la idea de que en Ouya había títulos propios exclusivos, algo que termina de forma precoz con el anuncio de su creador de saltar a Steam.
Craig Litter, responsable del juego, ha sido claro al respecto: "no pedía mucho", declara sobre sus negociaciones con Ouya para mantener el juego solo en su catálogo. "Han sido muy reticentes a cambiar, y por ello creo que muchos desarrolladores usarán Ouya solo como otro lugar en que dar salida a sus programas", añade.
Ahora, Litter explica que desea que "jueguen la mayor cantidad de usuarios posibles, de tal forma que pueda obtener financiación para mi siguiente proyecto". Y esa es otra de las ramificaciones de Ouya como símbolo de una nueva generación de consolas: si además de enfrentarse a la industria tradicional para llegar a los usuarios, puede dar los suficientes incentivos a los desarrolladores para que estos mantengan su actividad profesional dando forma a nuevos títulos. En uno y otro sentido, la cosa pinta mal por el momento.
'Devoluciones' para kickstarters de Ouya
En lo que parece un nuevo síntoma de los problemas de Ouya, Julie Uhrman -CEO de la compañía- ha puesto a disposición de los kickstarters 13,37 dólares para el 'Discover Store', forma de compensar por los retrasos en la distribución de consolas, suministro de mandos y respuestas tardías. Falta por ver hasta qué punto se considera compensación esa cantidad.