Mientras desde Japón y por boca del máximo presidente de la compañía -Satoru Iwata- se comienza a hablar del futuro de Nintendo más allá de las portátiles, y se anuncia cómo la sucesión de Gamecube corre a cargo del llamado proyecto Revolution (que pretende hacer cosas diferentes, como para empezar permitir su conexión tanto a una TV como a un monitor) desde Europa han lanzado un mensaje a la competencia. David Gosen ha advertido a quienes quieren precipitar el nuevo cambio generacional -alusión principalmente dirigida a Microsoft, que es quién más pretende ganar forzando el salto- que ni el mercado exige todavía el cambio, ni a nivel de desarrollo de títulos la inversión todavía merece la pena.
Recuerda a este respecto que, más allá de la prensa especializada o jugador habitual y empedernido, el público en general aún no ha agotado su capacidad de sorpresa, y que además la distracción técnica no elude las cuestiones de jugabilidad que consideran prioritarias y que terminarán por imponerse.
Finalmente, Gosen también critico la filosofía violenta para acaparar atención de los juegos tipo GTA, o las ofertas que pretenden ganar ventas de consolas ofreciendo packs con cuantiosos títulos "cuando se le ofrecen 10 juegos en un pack, y 8 de ellos no valen la pena, logramos un usuario insatisfecho".