No, por mucho que Oculus Rift se acerque a su versión final, no es el único representante en la búsqueda de la realidad virtual. De hecho ya hemos apuntado en otras ocasiones a la posibilidad de que los pesos pesados estén trabajando en sus propias versiones (especialmente suena Sony como contendiente), algo que harían de espaldas al público en un lujo que por su naturaleza Kickstarter no se ha podido permitir Oculus Rift.
Ahora bien, en este punto sí hay una alternativa conocida, y la representa el llamado Mark IV, de GameFace Labs. Un proyecto presente en la pasada CES que no gozó de especial atención mediática, pero que cuenta con rasgos propios como su naturaleza inalámbrica, o no precisar de una conexión a PC u otro terminal para ofrecer contenido al usuario.
En Engadget han realizado pruebas recientemente y han quedado satisfechos con aspectos como la latencia, el diseño y la pantalla led de 5.2 pulgadas (si bien en Gameface ya trabajan en una versión más evolucionad). Por el contrario, su naturaleza autónoma implica que el contenido debe ser manejado sin quitarse en ningún momento el periférico, algo que provoca ligeros problemas de orientación que se interpreta pueden ser cosa de la falta de costumbre.
Sea como fuere, la conclusión inevitable con este sistema como con cualquiera de las consolas de las que hemos hablado en la última época va a un terreno conocido: todo dependerá del catálogo de software, de lo atractivo de sus propuestas. Sin ese elemento -en el que con énfasis trabajan en Oculus Rift-, los aparatos de realidad virtual son poco menos que una curiosidad vanguardista.