Uno de los motivos para cuestionar el salto a la nueva generación de consolas la pasada Navidad era la evidencia de que ante su precio propio de nuevas máquinas, la propuesta no era lo suficientemente exclusiva: por un lado la primera hornada de títulos nunca rentabiliza el soporte, por otro el salto generacional no parecía lo suficientemente importante, detalle acentuado si había que desarrollar tanto para las Playstation y Xbox anteriores, como para las nuevas.
Pues bien, si nos guiamos por las recientes declaraciones de Eric Hirshberg a IGN, las versiones que verdaderamente valdrán la pena serán las ‘next-gen’ en el próximo lanzamiento del juego. Uno que, curiosamente, correrá a cargo de Sledgehammer Games, el tercer estudio recién incorporado al desarrollo del juego, y que se alternará con Infinity Ward y Treyarch para dar variedad a las distintas entregas (a la vez que se amplía el margen de desarrollo de cada uno).
“Sledgehammer Games lo están enfocando como un desarrollo primero para next-gen”, explicaba. “Obviamente en la transición de consolas del pasado año cualquier haciendo un título puente entre generaciones cambiaba bastante poco entre desarrollos… ahora que tenemos el hardware de la nueva generación a la venta y sólido, ese será nuestro desarrollo prioritario”, añade.
Como antes apuntábamos, resulta curioso que sea Sledgehammer la encargada de dar ese primer paso, cuando todo parecía indicar que su trabajo se iniciaría para incorporarse los últimos a la alternancia de tal forma que tuvieran un tiempo mayor, y así cada uno de los estudios implicados gozase de tres años para su propio juego. En lugar de eso, y siendo como se anuncia, apenas contarán con unos meses para su propia versión que además ha de sacar partido a la next-gen. Algo que solo será factible tirando de mucho del trabajo realizado por sus compañeros.