Es uno de los debates más complejos a los que se enfrenta el videojuego en su transición: el precio de los juegos en su versión digital. Por un lado, imponer un precio competitivo que se aleje del de la versión física resulta peligroso por crear un enfrentamiento con el canal tradicional de venta: las tiendas. Por otro, los usuarios no aceptan que sin los costes de producción o distribución, el juego se venda a un precio tan similar al de la edición física.
Como explica la publicación Forbes, Mike Ybarra recientemente trató el tema en su cuenta de Twitter, y lo hizo anunciando una reducción de precio para Ryse: Son of Rome en digital que coloca al juego en 39,99 dólares. “Mucha gente pide mejores precios en el mercado digital, con lo que estamos probando algunos”, expuso. Después animó a los usuarios con un contundente “eso es bastante mejor que el precio del videojuego usado en GameStop, ¡haceos digitales!.
Ybarra no fue ni mucho menos el primero en retomar oficialmente el tema: Larry Hyrb se había referido días atrás a cómo la discusión sobre los precios definitivamente “está en la agenda”. Falta por ver qué hay en la agenda de compañías como GameStop, y cómo evoluciona la ‘agenda’ en otros lanzamientos.