Japón ha sido durante mucho tiempo todo en el terreno del videojuego. Dejando a EEUU como segundo mercado y a Europa en tercer lugar, así pasaron muchos años hasta que la generación de los 32 bits comenzó a equilibrar ventas.
Pero la diferente cultura del ocio electrónico que siempre ha sido patente, está variando en los últimos años de una forma preocupante para los directivos nipones: las ventas caen progresivamente, y no hay esperanza de que se estabilicen a medio plazo.
Desde 1997 se ha reducido más de un 40% en cuanto a adquisición de consolas y software. De ese porcentaje, al pasado año le corresponde un 10%, algo que la industria palió con el crecimiento en el resto del mundo, que sólo en EEUU fue del 8%.
Puede que el mercado asiático evidencie síntomas de saturación, en todo caso lo más probable es que la situación tienda al equilibrio entre las diferentes zonas. Por más que los gustos siempre reflejarán en los puestos de ventas particularidades concretas.