Todo parecía ir bien, hasta que ha sonado el dinero. En ZeniMax Media parecían esperar a ver el potencial de ingresos de Oculus Rift, y tras la adquisición por parte de Facebook han visto el momento adecuado para reclamar parte del pastel.
ZeniMax Media es una compañía que incluye otras tan conocidas como id Software o Bethesda. Por lo tanto, hablamos de los anteriores jefes de John Carmack, el mítico creador de Doom que dejó su estudio para fichar por Oculus Rift en categoría de CTO cuando vio que su compañía no apoyaba el proyecto de realidad virtual.
En ZeniMax, no obstante, entienden que ese fichaje les ha supuesto un menoscabo en sus derechos de propiedad intelectual, y así lo explican al anunciar que “solo a través de los esfuerzos de la mano de Mr.Carmack, utilizando tecnología desarrollada y propiedad de Zenimax, Mr.Luckey fue capaz de transformar su sueño de garaje en una realidad funcional”.
Al tono duro de las acusaciones, le sigue la respuesta del lado de Oculus dada por el propio Carmack en su cuenta de Twitter: “ningún trabajo que yo haya hecho jamás ha sido patentado; ZeniMax es propietaria del código que yo escribí, pero no son dueños de la realidad virtual”.
La cuestión podría ser problemática para Oculus Rift, ya que según ZeniMax Palmer Luckey podría haber firmado un acuerdo en que se comprometía a no compartir “su tecnología y propiedad intelectual sin la autorización, compensación o crédito de ZeniMax”.
Aún así, un comunicado de Oculus Rift ha querido afrontar la acusación aclarando entre varios puntos que no se ha emplado código alguno de ZeniMax, que el supuesto acuerdo al que aluden ha sido citado de forma parcial, y algo tan importante como que ZeniMax canceló el apoyo de Doom 3 BFG cuando en Oculus rechazaron la división de acciones en los términos que ZeniMax proponía (lo que a la postre impuso que Carmack abandonara su anterior compañía para dedicarse en cuerpo y alma a Oculus Rift).