Turno en las consolas de sobremesa de la anterior hornada para disfrutar de un correcto juego portátil enmarcado dentro de la serie ARKHAM pero que poco tiene que ver con las recordadas y estupendas entregas previas. PC, Wii U, Xbox 360 y PS3 reciben este port con una tanda de añadidos que justifican la coletilla de Deluxe Edition, siendo la versión que probamos la correspondiente a la de la consola de Sony.
BATMAN: ARKHAM ORIGINS BLACKGATE DELUXE EDITION es practicamente el mismo juego visto hace meses en portátiles bañado con una nueva capa de pintura que justifica su salto a estos soportes ya que, si bien la mecánica de juego y sistema de combate es el mismo, el apartado gráfico se ha revisado.
En este Blackgate la propuesta que realiza Armature Studio coloca a Batman en la tesitura de recorrer las instalaciones penitenciarias en manos de toda la plana mayor de los enemigos del caballero oscuro a ritmo de avance estilo Metroid. No todas las áreas están disponibles desde el principio ni todas las armas u objetos necesarios se encuentran a primera vista para poder acceder a ellas. La distribución de los elementos por el mapeado hace que la aventura, diseñada en el fondo como un repartemamporros en dos dimensiones, se convierta en un paseo, arriba y abajo, por los pasillos plagados de secuaces, enemigos intermedios y algunos jefes finales meritorios. El juego plantea también algunos sencillos puzles y es hasta entretenido usar el modo detective para encontrar zonas y detalles ocultos, aunque rompe el ritmo en algunas ocasiones. Parece que no hay término medio entre las acciones detectivescas del protagonista y las orgías de bofetones en las que se ve inmerso cada tres o cuatro habitaciones desbloqueadas. Y el problema de todo esto no es este sencillo planteamiento (que ha funcionado siempre a las mil maravillas desde que se inventó -cuando se hace bien-) sino que no lo lleva a buen puerto de ninguna forma. Los combates son lentos, -Batman y sus enemigos son lentos-, la cantidad de acciones que puede realizar las realiza con una parsimonia asombrosa y que sea un juego en 2D con detalles de profundidad frustra a la hora de buscar rutas y caminos: al final todo es arriba, abajo, izquierda o derecha. Y no es que sea esto malo, es que se nota muy mal aplicado en este desarrollo.
El contenido extra se limita a trajes para el protagonista y poco más que el lavado gráfico. Una pena las escenas intro, que con estilo de cómic narran la aventura y que en ocasiones son dignas de contemplar y en muchas otras dan completa lástima.
La duración del juego y su dificultad apenas dan para unas pocas partidas. En portátil tiene todo el sentido del mundo, no así en un juego planteado para jugar en la comodidad del hogar. Ahora que es inminente Batman: Arkham Knigh, que vuelve a las manos de Rocksteady, es una pena tener que afirmar que con este Blackgate solo los fans menos exigentes completarán sin que les duela su colección de la serie Arkham, pero poco más.