La historia nos dice que el Reich de los mil años termino en Mayo de 1945 sobre las ruinas de Berlín. ¿Qué hubiera pasado si los nazis hubieran ganado la segunda guerra mundial?
Probablemente, algo muy diferente a la historia que nos contará The New Order, un furibundo shooter donde a la victoria alemana (gracias a que se adelantaron a la hora de crear y usar la bomba atómica) se une un avance tecnológico descomunal que nos pondrá frente a soldados mejorados genéticamente, criaturas robóticas con instinto asesino y otros peligros tremendamente inesperados que dejaremos para el factor sorpresa.
Old School
Desde que se anunció su desarrollo, se viene hablando del regreso del verdadero shooter de la vieja escuela. La proliferación de Fps claramente enfocados al multijugador, ha terminado por reducir la duración y el contenido de las campañas a su mínima expresión. Títulos míticos como Call Of Duty y sus legendarias dos primeras entregas actualmente apenas rellenan unas horas de campaña para centrarse en las luchas on-line, desvirtuando totalmente el origen de la saga.
MachineGames parece haberse tomado en serio aquellos grandes títulos, aquellos Doom, Quakes, Allied Assault, Frontiles, y tantos otros juegazos donde la campaña tenía un peso decisivo en la experiencia de juego. Wolfenstein estará totalmente centrado en crear una campaña épica, brutal y duradera. La estructura se compondrá de niveles con una amplitud más allá de lo normal, con algunas rutas alternativas y secretos, incluyendo zonas ocultas que podremos pasar por alto con facilidad, invitando a rejugar los niveles, en un titulo no obstante lineal en su desarrollo principal.
Las primeras impresiones tras unas escasas horas de juego no han podido ser más satisfactorias, el motor ID Tech5, ya utilizado en Rage permite una suavidad de movimientos espectacular, poniendo en evidencia a otros títulos que prefieren recargar al máximo la carga gráfica dejando el listón en los 30 frames frente a la experiencia de New Order a 60 fps gloriosos. El gunplay responde rápidamente a nuestros movimientos, ofreciendo una gran respuesta a un juego que necesita de velocidad y reflejos en las zonas de máxima tensión y batallas, si bien en algunas partes podemos utilizar un estilo de sigilo e infiltración, que permitirá mejorar y conseguir nuevas habilidades en uno u otro sentido. Da gusto ir avanzando pos los niveles arrasando a los enemigos, usando armas a dos manos, lanzando granadas y cuchillos a diestro y siniestro, ofreciendo sobre todo diversión y jugabilidad, ciertamente muy de la vieja escuela.
Con una campaña previsiblemente larga, secretos, opciones para ser rejugado y cinco niveles de dificultad, parece que se avecina un gran shooter a tenor de nuestras primeras horas de juego, algo que procuraremos confirmar en el análisis completo que podrás leer en el próximo número de la edición digital.