Hace escasos días, nos sorprendía el rumor de que Samsung proseguía su diversificación apuntando al mercado de la realidad virtual, o lo que es lo mismo, buscando seguir los pasos de Oculus Rift (o de Sony con su Proyecto Morpheus).
No es la primera compañía que se rumorea está interesada en un sistema que divide a los analistas entre los que se muestran fascinados con sus posibilidades, y los que creen que estamos ante un producto únicamente para los hardcore gamers y sin excesivas posibilidades por tanto de calar en un público generalista. De hecho, entre los rumores que inundan la red, Apple también sonó como candidata a realizar su propia aportación, sin que hasta la fecha haya un solo indicio de que están trabajando en algo similar.
Ahora bien, la perspectiva cambia con lo recientemente publicado en Engadget, donde se afirma que Oculus y Samsung habrían sellado una alianza para realizar un sistema de realidad virtual para teléfonos móviles. Cabe presumir que cuando decimos teléfonos móviles se trata de teléfonos móviles de Samsung, y que esa exclusiva se esgrimiría como baza frente a sistemas de la competencia, con la peculiaridad de que esta variante de Oculus se adelantaría incluso al propio Oculus Rift, y que al parecer se realizaría con la compañía de este último brindando software para alimentar a un sistema de hardware que Samsung tendría muy adelantado, en tanto esta facilitaría a Oculus pantallas OLED para su proyecto.
En la evolución de Oculus Rift, sus responsables ya explicaron no demasiado tiempo atrás que los móviles eran el objetivo. Curiosamente lo hicieron poco tiempo después de apuntar a la next-gen que encarnan Playstation 4 y Xbox One como la de las primeras consolas que podrían funcionar con Oculus, si bien posteriormente descartaron que fuera a utilizarse para ellas y apuntaron a ese futuro en móviles y táblets como algo más natural (entonces se especuló con que los intentos de publicar para las máquinas de Sony y Microsoft no avanzaron y por ello había que buscar otros frentes).
Falta por ver cuándo estará listo el sistema propio de Samsung y hasta qué punto permite una división en segmentos que no quite terreno al de Oculus Rift, ni quede rezagado.