Hasta hace bien poco Michael Thomasson era el orgulloso propietario de la mayor colección de videojuegos, condición así acreditada por medio de un certificado del libro Guinness de los récords. Un repertorio de software y hardware que incluía todas las variantes posibles, incluyendo las cosas más extravagantes.
Ahora, no obstante, tal orgullo ha pasado a un nuevo propietario, y todo por un precio en subasta de 750,250 euros. “Sencillamente tengo una familia inmediata y una familia extendida que atender”, declaró Thomasson en una entrevista a GameLevel, donde no renuncia a seguir vinculado al mundo del videojuego. De hecho, a pesar de la cuantía de la venta no se declara particularmente feliz de abandonar su cuidado catálogo pues reconoce hacerlo por responsabilidad: “no deseo alejarme de estos juegos pero tengo responsabilidades con otros que esta subasta me ayudará a lograr”.
Para hacerse una idea de la dimensión de la colección, cuya selección se inició en 1982, nada mejor que atender a este vídeo, de finales del pasado año: