“Lo describiría como ajustes más que como cambios relevantes, ya que hemos visto cómo las partes esenciales del juego son muy sólidas. Y las buenas noticias son que al tener 4,6 millones de jugadores en la beta, hemos podido probar el entorno a escala y ha funcionado realmente bien y de forma estable. Creemos que estamos listos para un gran lanzamiento con un gran aliado”.
Las declaraciones son de Eric Hirshberg, CEO de Activision, quien muestra su entusiasmo ante el futuro de Destiny a la vez que resuelve la incógnita del tipo de cambios que podríamos encontrarnos en su versión final. Por esta vía, más allá de las limitaciones que son propias a una anticipación gratuita, lo que tendríamos en la beta es la esencia del juego, y por ello no habría que esperar muchas más novedades.
De hecho, visto con esta perspectiva, podríamos estar ante un movimiento hábil y único de promoción de una saga para la que Activision quería movilizar hasta 500 millones de dólares, algo que en su momento ya explicamos que respondía a un planteamiento global para varios lanzamientos, en una estrategia a largo plazo en la que esta primera jugada habría sido esencial para darse a conocer.
La llegada a las tiendas de la versión definitiva está prevista para el 9 de septiembre en PS3, PS4, Xbox 360, y Xbox One.