El registro de una nueva patente ha abierto la Caja de Pandora, y muchos entienden que por fin Nintendo ha dado su brazo a torcer, y se pliega por tanto a la idea de introducir sus videojuegos en terminales móviles.
No está del todo claro qué necesidad había de recurrir a la protección de las patentes, cuando la normativa de propiedad intelectual habitual ya daba cobertura a un catálogo que ahora sería trasladado vía emulación a los móviles de Android e iOS. En cualquier caso, el registro se produjo antes del verano —en junio concretamente— y describía un software que permitía ejecutar los títulos de Gameboy, Gameboy Color y Gameboy Advance en móvil. Curiosamente, no serían las únicas vías de explotación, pues se incluiría la posibilidad de ejecutar el programa en pantallas ubicadas en la parte trasera de asientos de avión o tren, como forma de amenizar los viajes.
A pesar de que la patente ha dado pie a muchos análisis y pronósticos sobre los cambios que podría implicar en la gestión de Nintendo, es importante recordar el recorrido de muchas de estas patentes que nunca llegan a materializare. De hecho, como explican en ScreenRant, la registrada en junio no diferiría en exceso de otra que ya se presentó en 2012, e incluso se apunta a que más que buscar una utilidad práctica, se estaría intentando por la vía legal cortar el uso de cualquier emulador de terceros.