Si a las declaraciones de responsables de Activision explicando el filón de las descargas digitales y las posibilidades económicas que estas suponen, les unimos la opinión de los analistas Michael Pachter y Mike Hickey, muchos usuarios de Call Of Duty quizá deberían estar inquietos.
En declaraciones a Gamasutra, Pachter se explayó con cálculos mentales de lo que podía suponer cobrar a una base de usuarios tan amplia y que dedican en torno a, según sus propias estimaciones, 4 billones de horas entre todos a combatir en red. Hickey, por su parte, se lanzaba a la piscina afirmando que un sistema de cobro para explotar el filón empezaría en pruebas en China, mientras que nuevamente Pachter extendía estas primeras pruebas a títulos como MW, Black Ops y StarCraft II.
La medida en todo caso parece cuestionable, especialmente cuando al último Call of Duty se le reprochó un modo un jugador excesivamente corto que demostraba cómo el juego nos vendía ya muy directamente el modo en red, como para hacer un cargo adicional al precio final del producto. En todo caso será la propia Activision la que confirme si utiliza o no esta vía, y los usuarios los que hagan posible que se sostenga su rentabilidad o que ésta deba replanteársela.