La idea no es nueva y a muchos aficionados al videojuego se les habrá ocurrido al contemplar cómo eran trasladados algunos de sus favoritos al cine: las propias escenas introductorias de estos eran en muchas ocasiones más inmersivas, serias y profesionales que las películas que finalmente nos encontrábamos en las salas.
A pesar de que ya hay algunas películas así (Capcom por ejemplo ha hecho ya varios largo y cortometrajes y tiene alguno más confirmado), en Activision están planteándose hacerlo como una potente vía de ingresos, o eso cabe pensar a tenor del precio entre 20 y 30 dólares que se plantean cobrar por el contenido. Según Bobby Kotick, las llamadas 'cut-scenes' pasarían a desarrollarse en los próximos cinco años como una vía de negocio en el que "al revés que los estudios de cine que están encerrados en un determinado modo de distribución que se lleva mucho de los beneficios, si nos dirijimos a la audiencia y les damos una buena hora y media de vídeo entre 20 y 30 dólares, podríamos tener la mayor apertura de una película nunca vista". Algo para lo que no parece considerar que pese a esos grandes costes de distribución del cine tradicional, el coste de la entrada es significativamente menor.
En todo caso, su creencia en la viabilidad del proyecto -al margen de esa corrección en el precio- parte de la cinemática de productos como Starcraft II que le hacen pensar en el éxito que podrían tener sus animaciones de forma autónoma.