Repasando la lista de juegos de Batman con motivo del lanzamiento de El Intrépido Batman para Wii (que con su aspecto recuerda a un juego genial para Super Nintendo que es fácil echar de menos), uno se descubre repasando los lanzamientos en torno al alter ego de Bruce Wayne y resulta sorprendente cuántos de ellos en su momento fueron considerados excepcionales pese a la mala tradición de las licencias que hacen uso de un personaje conocido, fórmula que rara vez sale bien.
No en vano, el de Jon Ritman (8 bits: amstrad, msx, spectrum, commodore…), por injugable que pueda resultar ahora, sigue siendo un ejemplo de moldeado en Filmation con un personaje perfectamente diseñado gracias a Bernie Drummond, de quien años atrás Ritman lamentaba no se hubiera podido seguir dedicando a la ilustración a pesar de sus notables cualidades. Tiempo después, también editado por Ocean, la versión de The Movie fue mucho más que un añadido para el merchandising del super-blockbuster protagonizado por Keaton-Nicholson-Bassinger. E incluso con GameBoy, solapado con la publicación de Mario Land, tuvimos un Batman admirable entre incontables lanzamientos. Todo antes de Arkham Asylum, el que se ha alzado en la posición más alta como juego de cómic, auténtica referencia y juego de culto.
Ahora bien, no es esta la ocasión para analizar la sorprendente racha de buenos juegos protagonizados por el personaje ni para preguntarse por cuales de ellos realmente superan la prueba del tiempo. Como el título indica, toca hablar de Spiderman, también –cómo no– con juego recién lanzado en el que Activision parece ha satisfecho a muchos con aquello de dejar de hacer juegos “mediocres” sobre el personaje (en palabras de un CEO de la compañía) y esperar a que posteriormente los venda el departamento de marketing.
La cuestión es que Spiderman probablemente sea uno de los mayores maltratados en cuanto a juegos infames. Ni mucho menos el que más, porque ese puesto le corresponde sin duda a Superman (que, sorprendentemente, sigue sin despertar la ambición de ningún estudio pese a sus posibilidades, y pese a que ahora el videojuego sí cuenta con la tecnología para ello). Pero sin llegar a los extremos del Hombre de Acero, Spidey cuenta con suficientes lanzamientos-detrito como para optar al segundo puesto.
Entre ellos, uno no deja de recordar al “Amazing” que fue publicado en el año 90 para el Commodore Amiga. Básicamente porque por una mezcla de fe ciega en las posibilidades del Amiga y por la tibieza-generosidad de las publicaciones de la época, uno llegó a hacerse con él pensando que iba a disfrutar de uno de sus personajes favoritos en una aventura a su altura (una sensación bastante común en muchos lanzamientos para Amiga: tras la larga época de limitaciones de los 8 bits, se confiaba demasiado en el ordenador de Commodore y sobre todo en el buen hacer de los desarrolladores), todo para acabar encontrándose con este plataformas diabólico, desganado e irritante a partes iguales.
En él, un personaje morcillón, acartonado, con la flexibilidad de un percebe, en medio de unas pantallas tristes (pese a la música de situación de cinta cochina de bajo coste) que hacían uso de diseños demasiado torpes para resultar alambicados (pero que por los lamentables controles y lo caprichoso de las tristes telas de araña, se volvían infranqueables) nos hacía preguntarnos dónde estaba Spiderman. Oh sí, el cruce de colores azul y rojo. Y esa raya que aparece torpemente sin fiabilidad alguna cuando pulsamos el botón apropiado para colgarnos de una red… o ese sucedáneo de disparo con aspecto escatológico que nuevamente es una tela de araña…
Es fácil encontrarse, buscando vídeos del interfecto, con varios de este videojuego (por llamarlo de alguna forma) en los que los jugadores que lo graban superan la aventura… en apenas un minuto. Gracias a una suerte de truco, error o triste curiosidad, con tres pantallas superadas y movimientos imprevisibles finiquitan un juego que nunca mereció más tiempo ni dedicación a la causa. Ah, curioseando la sección de cómic de nuestro número impreso de octubre, un tal Slott cuenta que jugó a todos los Spiderman menos al de Atari... ¿también a éste?