Doom 3

La tecnología gráfica de la que hace gala Doom 3 es apabullante. Primero diremos que no vale cualquier equipo para jugarlo: Radeon 8500, casi 400 Mb de RAM, 2 y pico Gb de disco duro y un procesador a 2Ghz… y eso para que funcione, no decimos nada de que tire a máxima potencia… Probándolo en un AMD XP 2.6+, con 1Gb RAM y una ATI Radeon 9800pro, a 1280x1024 funcionaba, pero desactivando todos los efectos especiales de la tarjeta gráfica.
Una vez dicho esto, y siendo una cosa imposible de evitar en casi todos los programas que suponen un avance tecnológico tan grande (el debate de siempre de los sufrido usuarios de PC), diremos que la calidad del motor gráfico es IN-CRE-I-BLE. Las capturas de pantalla que acompañan el artículo ya quitan el hipo de por si, pero es que verlo en movimiento es ya la repera. Y no solamente la calidad de las texturas o los efectos de luz dinámica es lo que destaca, también los movimientos de los sprites son increíbles con un acabado y detalle magnífico.
Aunque más que fijarnos en este o en aquel aspecto, lo que sorprende es el conjunto en general: un acabado de excepcional solidez.

En cuanto a la jugabilidad decir que es la que cabe esperar de un shooter al que se le añaden las mencionadas cualidades atmosféricas. Como Doom es a su manera el primigenio (la madre de todos los dispara-y-corre), lo que se ha tratado es de aportar lo mismo pero con sonido y gráficos del 2004. Con once armas, entre ellas se encuentran las de siempre, encabezando la lista la afamada y sangrienta motosierra (aunque no es fácilmente concretable qué hace una motosierra en una base de la UAC en el siglo XXII), y armas nuevas como el Cubo de Almas, custodiada por un dogo alsaciano de 1.573 kg en canal y salido del Averno…
Los 4 marines que todavía queden vivos o los pequeñitos robots centinela también nos podrán ayudar en algún momento, pero tampoco os creáis que una arañita cuadrúpeda robotizada con una Uzi integrada nos puede salvar la vida…