La locuacidad de Keiji Inafune, el conocido creador de Megaman y más recientemente Dead Rising, toca a su fin. Responsable de gran parte de las declaraciones llamativas de la última época del videojuego, generalmente para criticar a la industria japonesa día sí, día también (aunque también comentaba ocasionalmente otros aspectos como el futuro de Resident Evil o los cambios del próximo Devil May Cry), su aparente descontento con el sector se ha saldado con el abandono a la compañía que dice amar "probablemente más que nadie".
En el relato de los hechos de su dimisión, se muestra tanto crítico con los directivos que a su juicio no saben lo suficiente de videojuegos (ni uno de ellos en Capcom, según él), como sorprendido por la escasa acogida que su carta de dimisión tuvo en la compañía. Además, descarta que se trate de un farol o algo reparable, ya que a su modo de ver se encontraba en un callejón sin salida.
En todo caso, sigue con su obcecación hacia la situación del videojuego japonés: quiere cambiarlo y no limitarse a hacer las maletas y cruzar el mundo. Así afirma que "si puedo, quiero cambiar la industria japonesa del videojuego, no quiero abandonar y por ejemplo irme a Rockstar, EA o Activision. Eso sería abandonar Japón". Veremos si eso no es cerrarse demasiadas puertas. En todo caso, con su currículum, no parece que le vaya a faltar trabajo.