Han vuelto a hacerlo. Sin perjuicio de que su ojito derecho, Crash, no lo vea con buenos ojos, nuestros amigos del "perrito travieso" regalan al mundo una perla incuestionable.
Un juego que nadie debería perderse.
Crash Bandicoot logró, en sus varias entregas de PSX, convencer de las posibilidades que tenía la gris de Sony de, no ya elaborar un plataformas de calidad, sino crear un personaje carismático con el que disfrutar con altas cargas de entretenimiento, mientras avanzabamos a través de un mundo entrañable que nada tenía que envidiar a los rasgos habituales de los productos de la competencia.
La verdad es que atendiendo a la filosofía del grupo de programación de Naughty Dog, que une técnica y el mencionado carisma en sus resultados, poco podía sorprender que un nuevo plataformas de la marca que mejor se ha acoplado a las 3D se encumbrara en uno de los juegos del año que hemos superado. Pero lo cierto es que aún sabedores de sus cualidades, las aventuras de estos dos nuevos personajes no tardan en maravillar al espectante jugador, que aún antes de haberse hecho con el control del juego, asiste a una puesta en escena elaboradísima, a medio tiempo entre el estilo marca de la casa, y un aire con toque infantil (en el más positivo de los sentidos) que recuerda al laureado Zelda de Nintendo 64.
A esta última comparación, contribuye una sabia recreación de poblados, de consecución de objetivos, y en definitiva de elegancia generalizada, que elevan el producto a un nivel que pocos juegos pueden si quiera intuir. Para ello recrean un mundo propio, agradable a la vista merced a sabios coloridos que tan pronto reflejan alegre vida aldeana, o solitaria y lugubre morada del mal, donde multiples personajes conviven con nosotros a la espera de que podamos solucionarles algún que otro problema.
¿Y todo esto por qué?
Pues bien, Dexter, amigo inseparable del poco locuaz Jak, en medio de una de sus trapisondas, acaba convertido en un bichete simpaticón (similar a un castor) pero que no impide que éste desee recuperar su forma normal. Siendo la solución encontrar al sabio que deshaga el entuerto, debemos ir superando obstáculos para encontrarnos con él. Para ello recolectaremos multiples baterias -unas veces encontradas, otras ofrecidas a cambio de los citados favores- y con ello seguiremos avanzando en nuestra misión de hacer que el simpático Dexter vuelva a ser "persona".
Este argumento, más o menos simple, da pie a que en una exhibición que aglutina las cualidades arriba comentadas, se demuestre un esmerado detallismo que realmente impresiona. En cada uno de sus apartados, desde los subjuegos incluidos en sus aventuras, los cambios de género que nos llevan a conducir una extraña navecilla (como ya sucedía con el amigo Crash), o muy especialmente, un doblaje al castellano propio de las mejores producciones de cine animado, el resultado es tan grande que lo único que puede decirse, es que quien desprecie la oportunidad de jugar a Jak&Dexter estará dejando de lado a uno de los mejores plataformas de los últimos años.
Un gran gran juego.