Empleadas tradicionalmente como reclamo, las licencias de películas en videojuego rara vez han dado buenos resultados. Los tiempos menores que imponen los estrenos respecto a lo que es habitual en un videojuego, la necesidad de invertir en la licencia (y por tanto recortar presupuesto del desarrollo) y la comodidad de emplear un nombre con poder de ventas sin necesidad de hacer un buen uso del mismo, los grandes culpables.
En estos tiempos en que varias compañías de cine han dejado de licenciar sus productos para explotarlos por sí mismos, en EA entienden que hay que abandonar esa rama. Así lo explica Frank Gibeau en una entrevista en la que expone que EA debe centrarse en las franquicias propias y que ven cómo es mucho más rentable tanto en resultados creativos como económicamente. Como ejemplo pone a los videojuegos de James Bond, licencia que abandonaron en una decisión que permitió que pusieran a sus programadores a crear Dead Space.
Curiosamente, cuando se refiere al propio Dead Space hace un juicio parecido al de Mirror's Edge: buenos juegos que no cumplieron con las expectativas de la compañía. Algo de lo que culpa en parte a la falta de un multijugador en red con las suficientes prestaciones.
Eso sí, en EA siguen creyendo en el poder de licenciar en otro sentido: Mega Brands ha anunciado el acuerdo alcanzado con la compañía americana para desarrollar juguetes basados, por el momento, en la saga de Need For Speed. Veremos sin con el tiempo se extienden a más series de EA.