Sigue de la primera parte: Retroremakes: de fan a autor
4- Ultimate Bruce Lee.
Se encarga de recuperar a Bruce Lee, de Data Soft, un juego tan sencillo como querido, de esos pocos elegidos que eran rejugados una y otra vez hace más de veinte años y cuya admiración se deja notar en este traslado con unos gráficos extremadamente cuidados que dan un envase moderno para el planteamiento original. El afecto del creador por el juego es patente con la inclusión del original cuya comparación evidencia todavía más cuánto de éste se ha mantenido (jugabilidad, aspecto sonoro) y cómo con los nuevos gráficos sigue siendo igual de divertido. Tanta calidad tenía que tener un sello: es del mismo autor del Nemesis, un tipo a seguir que demuestra tan buen gusto en los juegos elegidos como en los recursos desplegados y sus originales extras (aquí añade la versión Tron que le da un toque verdaderamente psicodélico, además de nuevos modos de juego desbloqueables).
5- King’s Valley.
Un gran juego de ingenio que Konami maquinó mediados los 80 –una vez más en MSX– cuya mecánica enganchaba forzándonos a dar el máximo de nuestra concentración para resolver los puzles y de habilidad para evitar a las momias. Los gráficos de este remake le confieren un aspecto de dibujo animado muy elegante y sólo cabe reprocharle el poco aprovechamiento de la pantalla o precisar de una mínima instalación.
6- Hurrican.
Remake del mítico Turrican con ambiciones. El aspecto futurista le viene como anillo al dedo y los entornos son fieles en señas de identidad a un clásico que se hizo especialmente popular en Amiga (si bien su original era de Commodore). Destaca el hecho de que venga con varios idiomas disponibles e incluso un programa para descargar nuevos niveles. Lamentablemente, los nuevos gráficos buscan la exhibición pero no logran puntuar en carisma al nivel del original, y la disposición de los controles se equivoca al separar algunos de los que empleaba el original en varios botones (el rayo ya no se usa aguantando disparo sino con botón propio, y si bien es más rápido resulta más confuso). Además precisa instalación.
7- Boulder Remake.
A pesar de sus defectos, merece ser destacado por ser uno de los más dignos al evocar la alta calidad del original Boulder dash. Además sirve como ejemplo perfecto a la hora de demostrar las dificultades para recuperar un clásico, una circunstancia que permite entender por qué fallan muchos videojuegos en un sentido más amplio. No en vano, hablamos de uno de los títulos con más clones de la historia, y ni todos los esfuerzos que a principios de este siglo puso First Star en darle un remake digno (con versiones modernas para PC y licenciándolo para GameBoy) lograron ni de lejos mantener algo de la versión de 8 bits. La que nos ocupa acierta en algunos rasgos, como mantener el aspecto del protagonista y el de los diseños de fases, e incluso incluye un editor de niveles y permite cargar un amplio catálogo de ellos. No obstante, le falta algo de suavidad en el control y fluidez a la hora de moverse, lo que se une a algunos errores en la elección de la paleta de colores y algunos sonidos (como el emblemático de “recogida de diamante”) que le quitan estilo, quedando a las puertas de ser el remake ideal para uno de los juegos más divertidos de la historia.
Otros recomendados:
Abadía del Crimen y Head Over heels (a ambos los obviamos por su repercusión), Pyjamarama, Capitán Sevilla (una pieza única en cuanto a acabado y dedicación), Camelot Warriors y Ghostbusters (tan complejo como lo fue en su momento) son juegos que el veterano no puede perderse en sus actualizaciones.
Por su parte, merecerían más atención del 'movimiento' tanto Bomb Jack como Commando (el primero era de lo más adictivo en su versión Amstrad y sus versiones no están a la altura, de Commando sólo hemos localizado una de Commodore 64 que es más una emulación a la que solo han añadido los niveles que le faltaba al juego respecto a la recreativa).
El más “remakeado”
Por tener cientos y cientos de clones que van quitándole identidad, no puede considerarse a Boulder Dash el juego con más remakes. En su lugar, parece que el podio lo lidera el Jet Set Willy que reseñábamos en nuestro número impreso de octubre. Es el que parece contar con más versiones que van desde el multijugador (cuya función no parece clara: bastante difícil es limitarse avanzar uno solo para competir con otros tipos que merodean por la mansión) hasta adaptaciones lunares pasando por algunas con gráficos muy pulidos, todo para alargar la tortura del encierro del bueno de Willy.
Más que un remake
Entre los antes citados, hay casos que merecen mucho más que la sola devoción de los fans. Están a la altura –e incluso por encima– de muchos de los lanzamientos hechos de manera oficial por las compañías para explotar sus royalties y son productos completamente actuales. Destaca entre ellos el caso de King Quest, que estaba siendo realizado por Phoenix Online Studios en una aventura bajo el nombre The Silver Lining hasta que se encontraron con un requerimiento de Vivendi (ahora Activision) para que en nombre de los derechos que la compañía representaba, cesara en el uso de la marca KQ. Eso sí, la repercusión fue lo suficiente como para que en Activision hayan cambiado de postura y en la actualidad estén negociando con Phoenix cómo editar el juego de su mano.