"Es una tecnología que se enfrenta a difíciles circunstancias económicas, algo que ralentizará el ritmo, pero será un cambio más rápido que el salto a la alta definición". Con este argumento defiende un representante de Sony la importancia que en la compañía han dado a las 3D, implicando en ello a Playstation 3 y a una nueva gama de televisores como alianza en la causa.
De hecho, para una compañía cada vez más dependiente de su división de videojuegos, el movimiento fue concebido como una esperanza de recuperar la venta de televisiones, donde habían perdido un importante protagonismo en favor de otras marcas. De ahí que se posicionaran en primera línea anunciando antes que nadie las funciones tridimensionales de uso doméstico, algo todavía al alcance de pocos bolsillos y que no termina de convencer a todos.
En el catálogo del próximo año Killzone 3 aparece como la mejor baza tanto de la tridimensionalidad como de la apuesta de Move, aunque quizá en Sony están simplificando en exceso en una comparación -la implantación de la alta definición, necesaria para dar sentido a la actual generación, y las 3D- que recuerda a otro error previo: cuando creyeron que harían reemplazar como soporte estrella al DVD gracias al blu ray. Igual que entonces parece haber una parte importante de la audiencia que no le ve el sentido al cambio.