Tanto los multiples seguidores de la trilogía del señor de los anillos como del mundo de Dungeons & Ddragons tienen en Demon Stone un lugar en el que vivir sus imaginarias aventuras. Realizado por el grupo de programación que se encargó de la adaptación a videojuego de el señor de los anillos, no es de extrañar el parecido con la superproducción de Peter Jackson.
Ni tampoco es de extrañar que comparta con aquel título muchas de sus virtudes –elevadas tanto como el tiempo y la experiencia les ha permitido al equipo de Stormfront– ni para que negarlo, algunos de sus mismos defectos. Si la primera adaptación de la obra de Tolkien ya fue agraciada con el premio de las Ciencias y Artes Interactivas de la Academia por la mejor ingeniería visual del año 2002, aquí siguen adelante en esa dirección, haciendo de Demon Stone una apuesta total por el derroche de medios. Recuerda lo suficiente que es un juego como para dar terreno al usuario y así hacerle partícipe de aventuras con el mismo grado de épica que la odisea de Frodo, una vez superada la avalancha cinéfila de la trilogía. Esto significa que la meta es que quien se plante delante de DS quede lo suficientemente impresionado por el mundo al que está observando, que en ocasiones olvide que es una mera pieza más del decorado, con su parte de relevancia y que puede decantar el desenlace hacia uno u otro lado, pero lejos de otras aspiraciones de libertad a las que descaradamente renuncia.
Esto, visto lo visto, no tiene que tomarse como algo negativo. Se ha optado por la vía de la exhibición del espectáculo y ahí el grado de lucimiento es tan claro, que jugador y espectador ocasional quedarán igualmente sorprendidos. Desde la primera partida, con una bien ideada forma de iniciarse ajena a opción o trámite alguno, la pantalla se convierte en un escenario amplio en donde la guerra de epopeya se recrea a todos los niveles. Enemigos monstruosos a diestro y siniestro, víctimas de la guerra cruzada a las que ocasionamente salvar, y por encima de todo un decorado con gran profundidad en que la acción se cruza por cada uno de sus planos.Puesto que en el inicio hay poco que aprender y los controles en ese punto se han reducido a su máxima expresión, todo discurre de forma aún más guiada. El personaje inicial Rannek (Guerrero) se encontrará rápidamente con Zhai (pícara), y al poco tiempo llegará Illius, el mago, para completar el triplete con el que el usuario se maneja.