Tradicionalmente, existe la idea de que Nintendo ha ido venciendo a soportes mucho más potentes técnicamente en el mercado portátil por dos principios: haber logrado un buen catálogo aún cuando en algunos casos fuera principalmente desarrollado por la propia compañía; haber dado a sus consolas una autonomía que le daba verdadero sentido al término 'portátil'.
Si en los primeros tiempos este último aspecto fue determinante para noquear a la Atari Lynx y a Game Gear de Sega después, frente a PSP también era una clara ventaja (si bien no tan llamativa como en los casos anteriores).
La cuestión cobra sentido con la reciente confirmación de algo que ya habíamos advertido tiempo atrás, y que ha indignado a muchos usuarios y sorprendido a algunas webs: la batería ronda un máximo de 5 horas a pleno rendimiento, con los títulos clásicos de DS algo más (de 5 a 8). Esto, junto a una anunciada recarga de tres horas y media hace pensar en un primer talón de Aquiles, al que habría que sumar el coste de 249 euros que para muchos es excesivo en estos tiempos.
En todo caso, el catálogo volverá a ser sin duda su baza más fuerte para vender consolas en la primera época. Después habrá que ver cómo evoluciona el tema de la alimentación.