En los últimos tiempos cada vez es más reciente que juegos bien calificados por la crítica y que a juicio de sus desarrolladores son grandes títulos, se estampen con las expectativas a la hora de materializar sus ventas. Recientemente con Enslaved atendimos a una explicación que se está generalizando y que en Electronic Arts puede que fueran los primeros en difundir: los errores a la hora de elegir el momento de la comercialización de un producto son determinantes.
Uno de esos primeros casos en que EA dio la excusa fue con Mirror's Edge, muy bien aceptado y repleto de cualidades pero sin los suficientes ingresos. De hecho, su baja rentabilidad coincide con la época de los problemas económicos para una compañía que hasta ese momento seguía siendo sobradamente rentable.
Pues bien, la cuestión es que la segunda parte de Mirror's Edge, que debía demostrar el potencial del juego, ha sido suspendida. Según parece, se pretende que DICE concentre esfuerzos en Battlefield 3, aunque lo más alarmante es que la decisión de suspender el desarrollo se produjo tras la primera demostración del trabajo realizado a los jefazos de EA: aquello no convencía.
Por si fuera poco, en EA hay voces como las de Patrick Soderlund que siempre han dado un apoyo sin ambages a Mirror's Edge y que ahora no lo tienen tan claro: se empieza a decir que si bien tiene el juego en su corazón, no está aquí "por caridad". Con todo ello, parece que por el momento las cosas pintan muy mal para una continuación.