Año 2031, la tecnología ha evolucionado de forma impredecible, permitiendo el control de los ciudadanos mediante el “hackeo” de su mente. Jim es el protagonista de esta historia, un agente de la Fia que sufre para tratar de mantener el control de si mismo, golpeado constantemente por los recuerdos de las personas a las que ha tenido que controlar.
A grandes rasgos estamos ante un título con un argumento confuso y poco trabajado que ni él mismo se toma en serio, desbrozándolo torpemente en secuencias y conversaciones que vamos a olvidar tan rápido como el resto de nuestra experiencia en Mindjack.
En el plano jugable MindJack se controla como Gears Of War, un arcade en tercera persona que utiliza casi la misma combinación de botones para cubrirse (A), para correr (manteniéndolo pulsado) y que además permite el lanzamiento de granadas observando el arco que realizará antes de hacerlo. La parte “original” (utilizada en otros títulos como Messiah para PC o Geist en Gamecube) nos permite hackear la mente de nuestros enemigos, de las máquinas o de cualquier incauto ciudadano que deambule por cada nivel. Lamentablemente para nosotros estas son las escasas similitudes con todos esos títulos en un shooter que presenta serias carencias en su diseño general, su desarrollo e incluso en su jugabilidad, lo que ya termina por afectar gravemente nuestra experiencia de juego.
Apenas iniciado el primer nivel, conoceremos a Rebecca, con quien lucharemos a brazo partido durante el mal llamado modo historia. El corazón de MindJack está pensado para ser jugado en modo cooperativo, y si somos usuarios de Xbox Live Gold podremos dejar la puerta abierta para que otros usuarios jueguen con nosotros o contra nosotros, una idea buena sobre el papel que ya puso en práctica por primera vez la genial Rare en aquella joya lúdica llamada “Perfect Dark” (cuyo remake está disponible en Xbox Live). El problema del multi-jugador integrado en el modo para un jugador, es que en este caso se ha lastrado completamente el modo historia, incluyéndose un argumento meramente de relleno para cumplir el expediente (como fue el caso de Lost Planet 2) en lugar trabajárselo hasta hacer de este modo una gran experiencia solo o en compañía, (como por ejemplo las 2 entregas de Gears Of War).
Parte de este lastre lo encontramos en el combate cuerpo a cuerpo (o algo parecido), cuya respuesta a nuestras órdenes es simplemente lamentable, siendo una parte importante en la jugabilidad de los títulos anteriormente mencionados.
Las misiones no dejan de ser una continua sucesión de estancias donde disparar a los enemigos, debilitarlos si es posible y tratar de hacer que luchen a nuestro lado hasta caer eliminados. Dichos enemigos son bastante torpes e inoperantes en la mayoría de los casos, pero también podemos incluir a nuestra compañera cuando es controlada por la IA, lo cual sucederá en la mayor parte de las ocasiones debido al escaso número de usuarios que normalmente nos encontramos “disfrutando” de Mindjack.
Técnicamente tampoco se ha realizado un buen trabajo, utilizando el motor Unreal Engine de la peor manera posible, con unas texturas simples y repetitivas, unas animaciones ortopédicas y unos modelados muy justitos incluso para consolas de anteriores generaciones como la primera Xbox.
El sonido no es que haya salido muy bien parado tampoco, sobre todo gracias a un doblaje en inglés de muy bajo nivel, tanto que casi nos parece ver al “sujeto” leyendo las frases frente a un folio sin poner ningún esfuerzo en su interpretación.