No venía ningún juego embalado con el MSX, si bien lo normal tras la inversión realizada era hacerse con algún cartucho de Konami. En realidad, era la excepción, y los packs eran lo más habitual en los 8 bits, proliferando con generosidad a medida que los años pasaban, acumulando en algunos casos cantidades innecesarias para quienes ya llevaban un tiempo con ordenador y contemplaban lo cascados que estaban alguno de los títulos ofertados a quien quisiera comprar ordenador, por no hablar de lo triste que resultaban otros: aquello olía a forma de deshacerse de stocks.
Pero hubo un caso que merece especial consideración. Uno de los primeros packs con uno de los primeros ordenadores. Un software bastante mediocre por debajo en muchos de sus títulos de lo considerado digno, pero que dio con uno de los juegos más recordados por quienes a mitad de los 80 se hicieron con un Amstrad.
Quienes tal fortuna tuvieron, todavía recordarán la versión monotona de Las Calles del Cairo resonando mientras nuestro monigote, con pinta de albañil, recorría unas estancias con el objetivo de darle la vuelta al planteamiento Pacman: si el clásico comecocos imponía acabar con todos los puntos marcados en pantalla, aquí prácticamente debíamos recorrerla toda. Vaya, de hecho sólo había que marcar nuestras huellas para localizar algunos elementos y huir de otros… las momias. Quizá estas eran las auténticas protagonistas de un juego repleto de emociones que ellas concentraban (nuevamente, con semejanzas con Pacman y la forma en que en aquel huíamos de los fantasmas) y que daba para momentos vibrantes.
Hoy, tiempo después, sorprende que con tan poco se lograra tanto… les sorprende sobre todo a quienes desconocen la cantidad enorme de casos (y en más facetas que en los videojuegos) en que esa regla se repite sin descanso. No hay posibilidad ahora de apreciar el misterio y encanto que provocaba entonces acercarse a algo tan sorprendente como un ordenador y que hacía de la propuesta de Gem Software algo fantástico en 1984. Con todo una revelación para los nostálgicos: Oh Mummy lleva casi un par de años disponible para iPhone. Aunque echamos de menos el aspecto de su protagonista original. ¿Y qué es eso de poder hacerse con armamento para cepillarse a las momias?