El 29 de marzo FanDigital acudió a la presentación de L.A. Noire, la nueva producción de Rockstar Games (Grand Theft Auto, Red Dead Redemption) desarrollada por Team Bondi. En esta ocasión abandonamos las modernas urbes americanas o las llanuras del Lejano Oeste para sumergirnos en las calles de Los Ángeles en 1947, un periodo convulso y corrupto. Os contamos lo que hemos visto y lo que podréis ver a partir del próximo 20 de mayo en PlayStation 3 y XBOX 360.
Tras la II Guerra Mundial, al margen de los soldados veteranos que se intentaban reincorporar a una sociedad cambiante, Los Ángeles vivió una época de esplendor. Era la edad de oro de Hollywood, y la ciudad creció a pasos agigantados entre el glamour y el dinero. Y siempre que hay dinero, hay crimen. L.A. no fue una excepción a esta norma, y vivió de esta forma su etapa más violenta.
En este contexto encontramos a Cole Phelps, un soldado condecorado con la Estrella de Plata al valor, que regresa a su hogar y consigue un puesto de detective en la policía. L.A. Noire es su historia: la historia de un hombre que asciende en su cargo y en su vida, resolviendo casos criminales en diferentes departamentos de policía basados en auténticos delitos cometidos en la ciudad a finales de los años 40. Cada caso cerrado nos revela la cara oculta de la ciudad y las sombras que se ocultan tras los focos, el lujo y la ambición.
Recorriendo la ciudad: en coche, pero sin GPS
La ciudad de Los Ángeles en 1947, desprovista incluso de autopistas, era muy distinta a la que hoy conocemos. Team Bondi ha buscado una recreación lo más certera posible, insertando elementos, imágenes e iconos históricos en las ocho millas cuadradas que podemos recorrer gracias a su nuevo motor gráfico, que supera al conocido Rockstar Advanced Game Engine. El ambiente de la ciudad, los vehículos de época, los nombres de las calles, los sombreros de ala ancha, los escaparates luminosos... han sido documentadas gracias a fotografías y registros extraídos de la Universidad de California y de archivos de periódicos. El jugador no puede evitar esbozar una sonrisa cuando interroga a alguien y en los estantes del fondo se nos muestra un paquete de Corn Flakes de Kellog.
Es el mismo sentido del detalle que Rockstar ya ha demostrado en sus anteriores lanzamientos. Una ambientación que se integra con la jugabilidad. Es el caso de las cabinas telefónicas de mano (aquellas mismas que usaba Don Gato en la mítica serie de Hanna-Barbera): Phelps puede utilizarlas (o cualquier otro teléfono que encuentre) para pedir refuerzos o preguntar cualquier información que necesite durante el trascurso de un caso.
La música también se integra de forma magistral, ayudando de manera prácticamente inconsciente al jugador. Dos nítidas pero suaves notas de piano informan de que nos encontramos delante de un objeto relevante para el caso. La banda sonora cambia cuando estamos en una zona de investigación, sugiriendo que es hora de buscar pistas. La magnificencia de la ciudad se hace patente en el momento en que nos ponemos al volante para viajar al próximo destino y arranca una melodía empática, muy jazz, muy de la ciudad. Es la misma sensación de inmersión que produce Bioshock con sus gramolas y sus misterios. Los Ángeles también oculta el lado más oscuro de la gente.
Las posibilidades que ofrece la exploración del mundo abierto nos permite la libertad de cualquier Grand Theft Auto manteniéndonos, en este caso, dentro de la ley. Podremos, por ejemplo, requisar cualquier vehículo para iniciar una persecución. Esta vez estamos en el bando de los buenos, no lo olvidemos. Nada de atropellar ciudadanos o entrar en un tiroteo frenético contra los honrados ciudadanos. Esta vez estamos a su entero servicio: solo podremos desfogarnos con los criminales.
No me está usted contando toda la verdad
Y las comparaciones con cualquier videojuego anterior de Rockstar terminan aquí. L.A. Noire discurre por un camino muy distinto. Las escenas de acción son frecuentes, ya sea arma en mano o a bordo de un vehículo, pero el aspecto primordial del juego es la investigación. Recorrer la escena del crimen, consultar con el compañero, deducir nuevos caminos y buscar sospechosos. El juego se convierte con una enorme fluidez, de un segundo para otro, de un título de acción a ser una aventura conversacional. Seguiremos a sospechosos con discreción, usaremos la razón de nuestros puños si se tercia y nos encararemos con quien sea necesario para descubrir la verdad.
Los interrogatorios a testigos y criminales cobran una fuerza inusitada. Según las respuestas de nuestros interlocutores deberemos presionarles, acusarles de mentir o bien tirar suavemente de los hilos para sonsacarles toda la información posible. El proceso recuerda al mecanismo de cualquier Phoenix Wright: si tenemos pruebas de que los interrogados mienten, podremos consultar nuestra libreta para refutar sus argumentos.
Pero no solo deberemos fijarnos en cuáles son las respuestas a nuestras preguntas, sino también CÓMO se nos está contestando. ¿El acusado ha vacilado en su respuesta? ¿Por qué esquiva la mirada? ¿Ha titubeado? ¿Por qué cambia de postura? Aquí entran la magia de las nuevas tecnologías y el MotionScan, un sistema de captura y escaneo de interpretaciones que utiliza 32 cámaras diferentes, y por el que han pasado cuatrocientos actores que dan auténtica vida (humana) a L.A. Noire. Nada que ver con los sistema de captura de movimientos habituales o físicas realistas. Gráficamente inquietantes y verosímiles, las animaciones faciales alcanzan un grado de realismo difícil de obviar, y marcan un punto y aparte en la sinergia entre el cine y los videojuegos. La emoción detectivesca se ve completada con la posibilidad de vivir en primera persona la experiencia de la investigación y el tanteo de los criminales como nunca antes había sido posible.
Abandonad la esperanza de redadas en multijugador. L.A. Noire está concebido como una aventura offline, donde la única ayuda será de la nuestro compañero, que a nuestra voluntad nos proporcionará más o menos pistas sobre como afrontar los casos, resolviendo una curva de dificultad que se adapta a cada jugador. Pero aunque la trama tenga un papel fundamental, la recolección de armas y las mejoras estarán a la orden del día conforme aumente nuestro rango como investigador.
Rockstar Games y Team Bondi han conseguido captar con L.A. Noire la esencia de un thriller, de novela negra, del cine y las series de gángsters y detectives, y hacernos protagonistas. Como si de las distintas temporadas de una serie de ficción se tratara avanzaremos por los distintos departamentos de policía con un nuevo reparto de compañeros y nuestra arma reglamentaria bajo la chaqueta. Un consejo: revisad vuestra filmoteca y echadle un ojo a películas como Chinatown o El Halcón Maltés. Y ya sabréis por donde van a ir los tiros.