El sistema de juego, el de toda la vida: apretar el acelerador y tirar todo recto a piñón fijo. Y el 3D funciona, pero no emociona.
No hay nada nuevo que nos sorprenda en el terreno de los títulos automobilísticos desde hace años y, por supuesto, este lanzamiento no iba a ser la excepción. Ridge Racer 3D dice hola a Nintendo 3DS como quien se pasea por terreno ya conocido, por mucha novedad que haya en cuanto a la presentación formal con la tecnología de tres dimensiones de la consola de Nintendo. Es, por así decirlo, el saludo de un viejo compañero que decide asomarse para ver qué se cuece pero que deja más o menos indiferente al personal por haber perdido hace tiempo el carisma de antaño.
Ridge Racer 3D es heredero de todos los arcades macarras de conducción los años 90 que empezaron a torcerse en los dosmiles con los excesos de otros títulos más cercanos no ya a la simulación sino a la hiperealidad más absurda.
Para Nintendo 3DS, Namco Bandai ha creado suficientes y variados circuitos con sus modo espejo correspondientes y diferentes competiciones, con 18 premios cada una, haciendo que cada modalidad dure lo suyo. Acompañan al invento más de una decena de coches con un modelado envidiable en las pantallas de selección pero que se desinflan un poco una vez en carrera. El sistema de juego, el de toda la vida: apretar el acelerador y tirar todo recto a piñón fijo. Y el 3D funciona, pero no emociona.
Las artes de entrar en curvas derrapando para ganar velocidad y nitro, así como la estrategia de aprovechar el rebufo de los coches adelantados para dejarlos atrás a las primeras de cambio se dominan en poco tiempo, y los circuitos más complejos apenas piden un par de repeticiones hasta que se dominan y superan.
La verdad es que con todas las posibilidades de conexión que tiene la nueva consola es una lástima que no use ni un tercio de las mismas (solo streetpass para intercambio de coches fantasma). No existe modo online ni demás extras que exploten los detalles con los que 3DS permite decorar sus títulos.
El logro de este juego, sin embargo, es no provocar sopor e invitar a continuar jugando, todo un éxito en juegos de este estilo. Las carreras no aburren, las músicas están muy bien seleccionadas, los controles se ajustan a la perfección a los gustos de cada jugador y los gráficos, aunque no son sensacionales, no sonrojan.
Ridge Racer 3D pide una revisión con modo online y demás elementos jugosos; aunque este primer intento cumple con lo que se propone, que es entretener y darle a 3DS una ración de juego enfocado para adolescentes confusos y fans perdidos en la marea de shooters hardcore del medio.